domingo, 31 de marzo de 2013

Vuelta a las andadas. Nunca es tarde.




Muy buenas. Ni me acuerdo de cuando fue la última vez que escribí una historia de este tipo. Pensándolo bien, ni sé cuando fue la última vez que escribí una historia.
Mi última carrera fue en noviembre de 2009, y el pasado año 2012 parecía que era la fecha del regreso, pero por unas cosas y por otras, no pudo ser, aunque faltó bastante poco. El caso es que por poco o por mucho, no pude ponerme el casco ni una vez, aun teniendo la licencia en la mano.
Para este nuevo año no esperaba tener la oportunidad de hacer nada, pero por si acaso hubiera suerte, me ofrecí a través de las redes sociales y amistades del motor a ver si alguien necesitaba un copiloto como yo. A este respecto podemos resumir los primeros tres meses del año diciendo que hubo posibilidad de correr todo el año, de hacer alguna carrera suelta o de no hacer nada. A finales de marzo surge una posibilidad bastante real de hacer el rallye de Santa Brígida con Osmundo Ramírez en su “soplillo”, pero se queda en el aire debido al gasto que él tenía que hacer para correr, debido a que tenía los sillones y cintos caducados. Habiendo pasado de largo el rallye de Canarias, tenía bastante claro que le volvería a sacar el jugo a la licencia de comisario de ruta yendo a todas las pruebas que hace la escudería Aterura, pero como nunca se sabe lo que va a pasar y hasta el rabo todo es toro, por las fechas del mencionado rallye del ERC recibo la llamada de un amigo que va a hacer el campeonato insular de slaloms y quiere contar conmigo a su derecha. A bote pronto no sé ni que contestarle, ya que las carreras en circuitos de tierra no estaban en mi agenda ni en mi cabeza desde la última vez que fui a una, que si no recuerdo mal fue en 2007 con Raúl Quesada.
Dejo pasar los días de la prueba europea y decido decir que sí a la propuesta. He de reconocer que hasta última hora tenía la esperanza de volver a subirme al lado de Quesada en cualquier programa que él fuera a hacer, debido a que sus circunstancias a primeros de año eran un poco raras, pero al final no se puede y si se llegara a poder, sería algo suelto y… a lo mejor ni eso. Por tanto, decido usar el refrán de “más vale pájaro en mano que amanece más temprano” y coger la oferta de mi amigo Diego Guedes para hacer los cinco slaloms a bordo de un Toyota Corolla ex Miguel Jiménez. Luego resultó que Raúl también hará los slaloms, por lo menos el primero y posiblemente alguno más. Quien sabe si hubiera salido con él de no tener ya cerrado el otro trato. Así es la vida. 
Y mira por donde, preparando el slalom del Pajar me escribe el amigo Osmundo para decirme que ha conseguido un dinero y que tiene intención de salir en Santa Brígida el 13 de abril y que si quiero ir con él, a lo que yo contesto que sí. Sobre la marcha nos ponemos a trabajar con ese papeleo y organizar los entrenos, ya que sólo queda una semana cuando cerramos el trato.
Para los que no lo conozcan, Diego Guedes es un amigo de Ingenio que el año pasado hizo las subidas de La Pasadilla y Arucas con un Yaris. En el año 2010 compartimos seis meses de vivencias en el barrio santacrucero de Añaza, y después de eso nunca perdimos del todo el contacto. Compró ese coche, lo puso al día y se acordó de mí para ser su copiloto. Lo que une "la mili". 
Con eso y con todo,  nos inscribimos en la primera carrera del año, la primera de su vida en tierra y la primera mía después de tres años y pico, con toda la ilusión del mundo. Mi misión será hacer que Diego lo pase bien, disfrute de su coche, lleguemos al final sin problemas de ninguna clase y si se puede, quedar lo más arriba posible.
Por otro lado, a Osmundo Ramírez lo conoce casi todo el mundo. Es un piloto de Santa Brígida que ha corrido muchos años con un Renault 5 GT Turbo, normalmente con la publicidad de Pepsi. En los últimos años no ha hecho sino algunas carreras sueltas y con patrocinios pequeños, pero siempre quedando entre los veinte primeros de todas las clasificaciones. Este mismo año hizo la recuperada subida a Juncalillo cuajando una notable actuación. El objetivo con él será divertirnos y disfrutar de la experiencia de ir en un coche con turbo con un piloto rápido, que hace años que no sé lo que es eso.
Pues así se presenta este inicio de 2013, de estar dos años parado total y entrenar algo en 2012 para casi correr pero no, a tener un programa cerrado para los slaloms, quizás el rallye de tierra y el Santa Brígida en asfalto, como mínimo.
Espero ir contando cosas buenas y entretenidas, para mí al vivirlas y para ustedes al leerlas.
Desde ya aprovecho para dar las gracias a Diego por acordarse de mí, y a Edu González y Pedro Domínguez que primero uno y luego el otro me pusieron en contacto con Osmundo, al que también debo agradecimiento.
Mi familia y mi mujer tienen también mucho que ver en que el año empiece así de ilusionante aun sin haber corrido. Sin ell@s no sería feliz ni buscaría estos complementos como son las carreras para seguir siéndolo.
Próximo capítulo, la crónica del slalom Bahía del Pajar, a celebrarse el domingo 7 de abril. Espero que me de tiempo de escribirlo antes del segundo, que será el sábado 13 del mismo mes con la celebración de la prueba satauteña.
Sólo una cosa más: sonríe, te irá bien.
Toyota Corolla de Diego, corriendo con su anterior dueño. (foto Motor2000)

R5 GT Turbo de Osmundo (foto Motor2000)