2009: ...acabó de forma extraña.



Buenas. La verdad que no tengo muy claro porqué no hice la crónica del rallye de Canarias, allá por abril de este año que casi se va cerrando.
Te prometo que no fue por lo del accidente y el abandono. Seguramente se debió a que mi vida ha tomado un camino diferente al que tenía y el proceso de adaptación no me ha dejado tiempo ni cabeza para ponerme a escribir.
A estas alturas de poco me acuerdo ya, así que resumiré diciendo que todo iba bien, que la etapa del viernes estaba terminando cuando una trazada mal anotada nos condujo a una zona de gravilla que nos llevó a la cuneta y por consiguiente, al abandono. En aquella curva de Las Emisoras se acabó la experiencia con el Clio R3 Access que Raúl había traído para este 2009, y que ahora se encuentra en Barcelona alquilado para varias carreras por David Sayós. Fue una pena no terminar ese día y el rallye. Una pena porque íbamos segundos del Campeonato de Europa y bastante bien clasificados en la general del Regional. Una pena porque le íbamos ganando al otro R3 que había en el rallye, el de Fran Cima que rompió el motor antes de romper el sudor. Una pena porque íbamos delante (otra vez y como casi siempre) de un piloto que en lo que va de año se ha gastado miles de euros, alquilando primero y comprando después, un coche que él dice que es prestado por la marca.  En definitiva, una pena. No me acuerdo de mucho más, ni falta que hace ya en la fecha que estamos.
Realmente vuelvo a sentarme aquí porque después de casi 6 meses, y si no pasa nada, voy a volver a ponerme el casco este año. Digo esto porque aunque tú lo estés leyendo ahora, esta primera parte la escribí el día del Pilar, con intención de entretenerme en un turno de trabajo aburrido. Desde que pasó lo del Clio, lo normal hubiera sido “colgar la licencia” este año, pero Raúl no se puede estar quieto, y cuando se cansó de andar en bici por la cumbre, él y Octavio le volvieron a meter mano a la caja averiada del Citroën AX, que llevaba desde diciembre “en la nevera”. La arreglaron, la probaron y decidieron sacarlo a correr, en este caso en La Antigua. El optimismo era poco, debido a que las estadísticas de este coche no son muy buenas que digamos en cuanto a fiabilidad se refiere. Cumpliendo con esto último, la caja se  rompió. El copi fue Pedro Dguez. Casi al momento se desmonta todo y se descubre que esta vez la avería no es grave, ni siquiera tiene nada que ver con lo que rompía siempre anteriormente, por lo que se le pone el repuesto, se arma, se prueba, y se decide volver a salir, esta vez en Puerto del Rosario. Ahora sí, el coche aguanta hasta el final sin ningún problema, lo que hace emocionarse al equipo aquella tarde al pasar la meta del último tramo. El navegante volvió a ser Pedro, al cual le doy las gracias por la parte que me toca, y el cual yo creía que ya sería el titular en el asiento de la derecha de Raúl, ya que el día de Puerto yo estaba de romería, y no vestido de típico precisamente.
A los pocos días recibo una llamada de Raúl, preguntándome por el turno de trabajo para el sábado 17, día señalado para la disputa del Rallye de Tierra de Gran Canaria-Maspalomas Costa Canaria-Pinturas Ramos. El nombre ya me hizo gracia. Como lo pongan todo en las pegatinas de los números, serán de 2x2. No tengo respuesta, pero si una pregunta: ¿Y Pedro? Pedro sabe que si tu puedes, el que corres conmigo eres tú. Si no puedes entrenar el viernes no importa, pero intenta librar para el sábado. Esas fueron las palabras de Raulito. Si hombre, a correr en tierra, después de 6 meses inactivo, sin haber entrenado y con notas de otro. Por si acaso, convenzo a mi jefe para que me de el viernes libre y lo empato con el sábado que me tocaba librarlo de manera normal.
A día de hoy, recuerda que es lunes 12 cuando escribo, poco sabemos del rallye. El viernes a las 13:00 nos plantaremos en el pueblo de Valerón y Silva a ver por donde nos meten y por donde nos sacan. Será la experiencia, o será que ya uno no tiene edad para estar con ilusiones y nervios, pero no importa mucho lo que haya que hacer. Estamos preparados para lo que venga.
Aquí estamos ya, es lunes día 19 por la tarde y me vuelvo a sentar delante del teclado para intentar contarte lo que vivimos durante el fin de semana.
Los reconocimientos del viernes se realizan bajo un sofocante calor y una polvajera impresionante, cosa que todo el mundo se esperaba. Con lo que nadie contaba era con que el tramo de Bahía Feliz era una pedrera durísima, donde apenas había carretera y donde coger notas era casi imposible. Raúl se pasó los 4 kilómetros diciendo: “derecha 3 no morder, yuossssss bota mucho, 40 la hostia muy roto, izquierda 4 tarde, que va que va, por aquí no se puede”.  A mi no me daba tiempo ni de abrir la boca, ni de levantar los ojos de la libreta y sobre todo, no conseguía sostenerme recto en el sillón del Suzuki Santana, por lo que las notas eran garabatos ilegibles. Vaya suplicio. La segunda pasada fue igual, pero en vez de escribir, tenía que leer. Aún no sé ni como lo pude hacer. En Pozo Izquierdo nada nuevo y en El Pajar lo peor era que el trazado era raro, señalizado a medias y con mucha tierra suelta. Después de todo eso, y la polémica formada por lo de Bahía Feliz se hace la ceremonia de salida sin mayor novedad y nos venimos a Teror, que ya está bien por hoy y mañana hay que volver. Me duermo con la tristeza que supone la muerte de Andrés Montes, que retransmitiendo fútbol era bastante malo, pero en la época de la NBA en Canal Plus era la bomba. Hasta siempre jugón!!!
Desarrollamos ahora lo que fue el rallye en sí. A ver si te entretiene.
Las dos pasadas por Bahía Feliz no fueron tan malas como podía parecer entrenando el día anterior. El coche de carreras absorbe mucho mejor los baches que el Suzuki y al ir rápido, muchas veces se pasa por encima de las piedras casi sin tocarlas. No se nos dio del todo mal, aunque personalmente me costó bastante trabajo coger el ritmo, ya que después de 6 meses parado, volver a las labores de navegante en ese tramo, y al ritmo que se va en la tierra fue complicado.
El de Pozo Izquierdo bajando tuvo una de cal y otra de arena. En la primera pasada, se nos partía un tornillo del amortiguador trasero izquierdo a pocas curvas de la salida, por lo que tenemos que hacer el resto del tramo con sumo cuidado para no agravar la situación. En la segunda, con todo solucionado, vamos lo más rápido posible, intentando “vengarnos” de lo de por la mañana. Nos salió bien, volando bastante en el salto y con algunas cruzadas bastantes entretenidas, por lo menos desde dentro.
La segunda parte del rallye la podemos resumir diciendo que en El Pajar, las notas del día anterior no estaban claras, ya que las cogimos en caravana, yendo muy despacio y sin apreciar bien lo que había, por lo que tuve que improvisar algunas curvas. En Pozo subiendo destacamos el salto, que igual desde fuera pareció poco, pero desde dentro del coche…impresiona que no veas. Yo me agarré de la barra al ver que pasaban los segundos y el coche seguía en el aire. En la segunda por El Pajar se volvió a partir un tornillo del amortiguador, ahora del otro lado. Raúl lo arregla en el enlace (y no Octavio como dicen algunos, que estaba allí pero ni se acercó al coche como manda el reglamento) pero el tornillo de repuesto es más fino que el original y no sabemos si aguantará. Con el tiempo que perdimos reparando esto, salimos como aviones por el enlace y yendo por San Agustín, un poco más allá de donde había un hombre vendiendo pulpos en pleno arcén, vemos como el capó está a punto de abrirse. Hay que volver a parar. Una traba de sujeción está partida. Cintillos que te pego. Volvemos a ir apurados por el enlace, llegando justitos a Pozo Izquierdo antes del Control Horario. En el último tramo oímos ruidos por todos lados, en cada bote le pregunto a Raúl si el coche está sano… hasta cruzar la meta, que apenas veo porque me empiezan a llover cogotazos en el casco de mala manera. Mi piloto en vez de saludarme por el triunfo se dedica a pegarme. Lo tuve que empujar para que me dejara quieto y serenarnos un poco. Aún así no estamos tranquilos hasta llegar a la meta final, ya que en la última sección se nos habían ido acumulando los problemas y podía pasar cualquier cosa en un enlace tan largo. Afortunadamente, el coche no se quejó más y llegó al bar del Boya sin mayores contratiempos. Rampa final, trofeo de clase 6 y listo. El balance es bueno, 7º de la general, 1º de la clase 6, y 1º de los “no evos”. Más arriba, sin haber más abandonos de los grandes, imposible.
Hablando ahora del rallye en general, decir que tiene algunas cosas que mejorar. No es lógico hacer un sólo Parque de Trabajo, estando tan lejos de los tramos, para tener que ir y volver tantas veces desde Vecindario a Arguineguín. Menos aún, cuando íbamos y veníamos por la carretera vieja y por la zona de Meloneras y El Faro, ya que los quads no pueden circular por autopista. ¿No era esto un rallye? ¿Por meter 8 quads, tenemos que hacer 35km de enlace por toda la zona vieja, tardando casi 40 minutos, pudiendo hacerlo en 15 minutos por la autopista? Que me perdonen los “quatreros”, pero si querían que hubiera quads, que les hicieran un recorrido alternativo a ellos. Si querían hacer esa estructura de rallye, podrían haber hecho los tramos de Bahía Feliz y Pozo, con el Parque en el mismo Pozo Izquierdo, y luego, se traslada el Parque a Arguineguín para hacer los dos tramos de El Pajar seguidos. En Fuerteventura se hace así, y todos tan contentos…todos menos los que no comparten las ideas de Miguel Ángel Guerra. Y si no querían mover el Parque de Trabajo, hacerlo en Maspalomas, a mitad de camino de todos los tramos. Eso que te cuento, más la lamentable iluminación de la zona de Parque de Trabajo y Parque Cerrado para el viernes por la noche y el sábado después de la llegada, el patético estado de Bahía Feliz y seguro que algo más de lo que ahora no me acuerdo, fueron las inquietudes que todos los pilotos y copilotos que corrimos, y los que no corrieron pero pasaron por allí teníamos. Sé de buena tinta lo difícil que es organizar un rallye, y estoy seguro de que para todo esto mejorable que les cuento hay motivos, pero la respuesta que se dio a todas estas preguntas fue un escueto “es lo que hay”. Con esas palabras, literalmente, se nos calló la boca en el brieffing del sábado por la mañana. Es lo que hay, pero podría haber algo mejor, más cómodo para los participantes, espectadores y seguramente organizadores, que evitarían algunas de las quejas que suelen lloverle a cualquier Organizador.
En fin, por lo menos se hizo un rallye de tierra en Gran Canaria, que falta hacía. Esperemos que el experimento al que fuimos sometidos los que corrimos este año, sirva para que en ediciones venideras las cosas se hagan con mayor lógica y por tanto, de mejor manera.
Nada más te cuento, quizás cuando la temporada termine para todos haré un resumen de la nuestra, que acabó el sábado a las 21:36 horas cuando el AX entraba en el garaje de La Cazuela, para ser revisado y puesto en venta.
Gracias a los que estuvieron de una manera o de otra, unos más especiales que otros, pero gracias a todos, y sobre todo a la familia Quesada por seguir haciéndome partícipe de sus momentos. Mostrar también agradecimiento a los sponsors del equipo por el apoyo económico y a los míos, que con un poco de uno y un poco de otro, me ayudan con los gastos que me suponen las carreras.
Ahora dos sensaciones: Quiero dedicar el triunfo de estar en la meta a Gustavo el Negro, ya que es la primera carrera que yo hago desde que él nos dejó, y a Pancho y Pablo Dávila, que seguro que tiraron una traca en nuestro honor allí donde estén. La segunda (escrita posteriormente): Por motivos laborales y académicos no pude estar con Raúl Quesada el año que viene en su programa con el Twingo y perdí el tren de las carreras para que se subiese ahora de manera definitiva Pedro Domínguez. Los fue bastante bien durante 2010 y 2011 con ese coche y en 2012 con el Polo.
Lo siguiente, se verá.
Con el AX en Bahía Feliz

En "El Corte Inglés"