Se acabó la temporada, y con ella, todo el
tinglado que suponen para mi las carreras. En esta ocasión, tengo intención de
hablarte del Rallye de Maspalomas, del Slalom del CDIC y hacer un balance final
del año, junto con la conclusión del 2007 y decisiones tomadas para 2008.
Empezamos.
Para
el Maspalomas se negociaba con Antonio Ortega para salir a correr con su SEAT
León y se llegaba a un acuerdo, por lo que estábamos en la línea de salida con
un coche más potente que el habitual Peugeot 206. Dónde no estuvimos fue en la
meta. Al final del penúltimo tramo, algo se rompía en la caja de cambios o el
autoblocante y nos dejaba tirados en Rosiana. Hasta ese momento las cosas iban
bien, dentro de lo bien que pueden ir al correr en tierra de nadie, sin jugarte
nada y sabiendo que ni cogiendo un atajo conseguirás ganar nada. Después de
estar tres horas esperando a que nos fueran a buscar, camino de Teror me di
cuenta que esta carrera tiene algo contra mi. Sólo la he podido terminar una
vez, y fue después de correr todo el rallye a 40km/h con el cigüeñal del BMW de
Quintino roto, así que... mejor hubiera sido no terminar tampoco aquella vez. Cuando
te pasa algo malo una o dos veces en la misma carrera, intentas ganar esa
partida volviendo a luchar por ello. Cuando te pasa 6 o 7 veces, lo mejor es
darlo por perdido. Del Slalom poco que contar. Andamos durante una hora
cogiendo notas dentro del circuito, con la intención de hacer una buena
carrera, pero... para nada. Sólo pudimos hacer una manga, ya que la carcasa de
la caja de cambios se rajó y nos hizo quitarnos el mono antes de tiempo, mucho
antes de tiempo. Ninguna conclusión de esta carrera. Para ser la última,
debería haber salido mejor, pero casi nunca las cosas salen como uno quiere.Aún
así, y después de estos dos malos resultados para acabar el año, hay que ser
positivos, ya que estas pruebas han sido por diversión, de extras. La verdadera
temporada terminó en Lanzarote con la consecución del título de campeones del
Desafío 2007. Aunque parezca lo contrario, no fue un año fácil. El golpe de La Palma lo complicó todo. Hubo
que luchar contra los demás coches y contra muchas lenguas. Ni 2006 ni 2007
fueron años normales. Por unas cosas o por otras, siempre de los rivales, nos
vimos implicados en follones que no hacían ningún bien. Al final, en los dos
años, hubo que ganar sacando las cuentas que peor nos venían. Si al palmero le
daban los puntos de su isla, los campeones hubiéramos sido nosotros de todas
maneras. Si a Barrios le hubieran dado los puntos del Telde, hubiéramos sido
campeones nosotros de todas maneras. Es lo que siempre me enseñaron cuando
jugaba al fútbol. Cuando un rival te provoca, no le contestes, márcale un gol y
gánale el partido. Así se ha hecho.
Se
acabó la temporada, se acaba el año, y se acaba mi labor. Con el final de
diciembre llega también el final a mi carrera como copiloto “semiprofesional”.
El
año que viene, y los que seguirán viniendo, viviré esto de otra manera.
Si
todo sale bien, dentro de poco tiempo tendré un puesto de trabajo para toda la
vida. Mi preparación para ese puesto requiere toda mi atención. No voy a gastar
ni un minuto del tiempo que necesito para cumplir esa meta pensando en las
carreras. Si tengo suerte, ese trabajo será una prioridad en mi vida, porque
con trabajo estable e indefinido, los bancos dan dinero, el dinero da casas,
las casas dan familias, y las familias dan felicidad, que es la prioridad
máxima a la que uno debe aspirar.
No
quiero estar trabajando 6 días a la semana, y usar el día que me queda libre en
las carreras. No quiero trabajar 11 meses al año y usar el mes que me queda
libre en las carreras. Si no consigo ese
objetivo, buscaré otro futuro laboral, pero que sea estable de una vez por
todas, que ya voy teniendo una edad para eso.
Por
otro lado, he llegado a un punto en el que no termino de encontrar la motivación
para correr. En el 2007 he visto esto como un trabajo, como una dedicación casi
exclusiva, y no como una pasión o afición.
No
quiero estar 50 días del año subido a un coche, entrenando o corriendo. No
quiero tener que decir que NO a casi todas las propuestas que me hacen mis
amigos o mi familia. Asaderos, acampadas, viajes, reuniones, eventos deportivos
y un largo etcétera han sido casi siempre rechazados por mi parte o cambiadas
de fecha por mi culpa. Siempre tenía que decir que NO, porque o tenía que ir a
entrenar, o tenía que correr. Al principio, cuando todo esto empezó no me
importaba, las carreras eran lo primero. Ya no, ya no puedo más. He llegado a
sentir que perderé a los amigos si sigo con esto, y eso nunca lo permitiré. Sea
cual sea el proyecto que se me oferte para 2008, si es que se me oferta alguno,
diré que NO.
Mi
intención es hacer una carrera en asfalto y otra en tierra, aunque sólo sea
para usar el casco.
Espero
que nadie se moleste ni se sienta ofendido por esto pero... cada día tengo más
claro que dedicarle tanto tiempo a esto como yo le he dedicado, no compensa.
Quiero
dejar claro que, si hace falta, estaré dispuesto a colaborar en lo que sea con
Flamer Motor Sport, pero desde otro lugar que no sea el sillón de la derecha a
modo exclusivo. Si ellos creen conveniente contar conmigo para alguna carrera,
allí estaré... si puedo.
Puede
ser que esté fallando a Raúl y Octavio. Si así es, lo siento mucho. En estos
casos, y en muchos de la vida, hay que mirar por uno mismo. Me sabe muy mal no
estar al lado suyo en los triunfos que van a venir. Me hubiera gustado mantener
la ilusión y las ganas para llevar a Raúl por donde hiciera falta con tal de
que triunfara, pero...no tengo esa motivación.
Mi
vida ya no son los rallyes. No sé si será la edad, pero después de 7 años
siendo copiloto de marzo a diciembre cada año...ya no puedo más.
No
se que pasará, si podré y querré ir a los rallyes o no, ni tampoco se sabe que
haré, pero sea lo q sea, estaré encantado de colocar cintas, mallas, pancartas
y obligar al público a situarse bien, con tal de que mis excompañeros pasen con
total seguridad, o si es el caso, también será un placer gritar y mover las
manos a lo loco cuando pasen a mi lado para animarlos. Y cuando me toque salir
en esas carreras sueltas, si las hago, me gustará mucho vivir las sensaciones
de un coche de carreras, pero sin presión de ningún tipo.
Mis
familiares, respiran ahora mucho más tranquilos en sus vidas sabiendo que no
correré más.
Nunca
olvidaré a los amigos que he hecho en este mundillo, y que son y serán amigos
para siempre, como cantaban Los Manolos en Barcelona 92.
Acabo
ya pidiéndoles perdón a todos los componentes de Flamer por bajarme del barco
antes de tiempo. Espero que entiendan mis razones. Todos ellos, en la labor que
sea que tengan dentro del equipo, se han criado con eso y están en su salsa. A
mi me cuesta ya estar a la altura.
Si
ellos (ustedes) me dejan, estaré siempre cerca, porque lo que han hecho por mi
no se me olvidará nunca. Aunque suene a “mariconada”, siempre los llevaré en el
corazón. Gracias.
Lo
último que escribo es para la familia Quesada. Me han tratado como uno más, ya
lo he dicho muchas veces. Espero que no cejen en el empeño de ayudar a Raúl a
llegar a lo más alto. Pocos tienen tantas cualidades como él.
¡¡Fuerza
y Honor!!
Gracias.
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Peugeot 205 prestado por Chano Gil en Santa Brígida |
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En Vilajoiosa |
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Seat León en Maspalomas |
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Citroen AX en Pozo Izquierdo |