jueves, 19 de septiembre de 2013

II Slalom CDIC 2013. Progresando por la gorra.


Después de varios meses sin dedicarnos a las carreras tocaba ponerse las pilas de nuevo y prepararnos aunque solo fuera mentalmente para volver a ponernos el casco. Es cierto que la bajada de carretones en Firgas sirvió para mantener el gusanillo entretenido pero, aunque se va rápido, no es lo mismo. No es peor ni mejor, simplemente es diferente.
El caso es que la actividad de los slaloms en Gran Canaria se retomaba con la segunda carrera en la Ciudad Deportiva Islas Canarias de Telde, que viene a ser lo mismo que el circuito de Jinámar, de toda la vida.
Una vez publicada la lista de inscritos con todos los datos correctamente (sí, de vez en cuando ponen mi apellido bien) no había nada más que hacer que apuntar la zona nueva del trazado y correr. Eso en lo que a mí se refiere, porque Diego y todo el equipo siempre están alrededor del coche buscando mejorar, cosa muy de agradecer porque la verdad que se nota cuando un coche está cuidado y al día y cuando no.

Como decía, después de apuntar las tres curvas que no teníamos y revisar lo demás, nos disfrazamos de copiloto, escuchamos la charla previa y a correr.
Nada más subirme al coche noto que suena diferente y estoy muy cómodo. Ya ni me acuerdo de la primera carrera en El Pajar, donde casi me “esnunco” de lo mal sentado que iba.
Manga de entrenamientos saliendo desde la grada. Con el trazado acabado de regar y con las lluvias que habían caído los últimos días, bienvenidos de nuevo al rallye de Gales. Comprobamos que las notas estén bien y listo. No pongo ni el crono porque quiero que Diego se tome las mangas de entrenamientos como calentamiento pero sin agobios. Cuando nos toca salir a la primera oficial me doy cuenta de que mi piloto no se ha bajado del coche desde que se subió antes, cuando yo ya me recorrí medio “paddock” hablando con unos y con otros. Eso es buena señal, está centrado en el tema. La primera vuelta sale bastante bien, aunque con cosas que mejorar. Ya se nota que hay confianza en las zonas rápidas. Hay menos barro debido al paso de los demás coches, aunque el asfalto patina demasiado para mi gusto. En la segunda manga para el mismo lado tengo claro que voy a apretar un poco más en el ritmo y la entonación, a ver hasta donde podemos llegar. Nos sale de lujo y mejoramos en 4 segundos el tiempo de antes, que allí dentro es mejorar bastante. En la zona del asfalto después del antiguo arco de salida le canto a Guedes que espere un poco más por la curva porque siempre se mete muy pronto. Me hace caso y se manda una cruzada  espectacular. Me dio tiempo a ver un comisario echar mano a la bandera y prepararse para correr, así que debimos pasar muy cerca de la valla. Como ya dije, el coche suena mejor, corre más y es más estable, así que la mejoría comparada con las carreras anteriores es terrible. 
Toca descansar en lo que le dan la vuelta al recorrido y…riegan. Vaya obsesión tienen con mojar el circuito. Si lleva dos días lloviendo a mares, hace frío y no se levanta ni un gramo de polvo… déjalo quieto hombre. Encima ahora se sale en orden inverso, por lo que somos los 6º y en la de entrenamientos el barro nos llega a las orejas. La pasamos como podemos y la sensación no es buena porque para la oficial volverá a haber barro. De todas maneras hay que salir rápido porque ha habido varios abandonos y tenemos que aprovechar para sumar los máximos puntos posibles en la promoción. Todo va más o menos bien, pero al llegar a la curva de “lafisión” como diría El Crass, frenamos muy tarde y el morro sigue recto. Encima la marcha atrás no entra bien y tardamos más de lo que quisiéramos en salir de aquello. Yo calculo que perdimos 10 o 12 segundos entre el morreo, el apoyo, dar para atrás y seguir. Llegamos a meta y Diego está triste porque hemos perdido todo lo ganando anteriormente. Opino que hay que buscar la manera de terminar con buen sabor de boca, así que en la última manga decido que voy a apretar a mi piloto como si no hubiera un mañana, y lo que tenga que ser, que sea. Vamos muy rápido y se nota. El coche se presta a correr y da gusto. Llegando a la zona baja Diego intenta frenar pero le digo: “sigue sigue sigue sigue…” hasta casi la misma curva. En el asfalto de nuevo cruzada antológica y a tope también por el otro lado hasta la meta, en la que otra vez nada más pasar la pancarta y yo cantar el típico “valeeee” Guedes pega un frenazo que casi me saca por el parabrisas. Lo está cogiendo por costumbre y nos meamos de risa con eso. Antes de bajarnos y en la intimidad del habitáculo le doy la enhorabuena por haber progresado tanto y las gracias por llevarme con él otra vez.
Sacamos las cuentas y no vamos a recibir trofeo, pero debido a las retiradas que antes conté, y también a nuestra labor, faltaría más, terminamos en el puesto 15º de 24 en la general, 2º de la clase y 4º del promoción. No está mal, seguimos sumando. Hablando de clasificaciones, no veo lógico que puntúen los coches que han abandonado, porque entonces no has abandonado. Si te retiras…te retiras. Si rompes en la manga 1 y lo arreglas, pues vale que sigas corriendo, pero sin salir en la clasificación final. Más o menos como el super rallye de las pruebas de asfalto. En los slaloms no es así, tu te rompes, arreglas y al final puntúas. Si en tu clase hay pocos coches sumas una tonga de puntos, sólo 3 menos que un coche que hizo todas las mangas sin cometer errores ni averías o solo 5 menos que el ganador. No tiene lógica, o igual si la tiene pero yo no se la veo. En el WRC antes pasaba eso, y Loeb aun abandonando el primer día, subía al podium el último, así que lo tuvieron que quitar. En cualquier caso está reglamentado así y es lo que hay. Nosotros corremos por pasarlo bien y no volvernos locos, pero tenía que explicar esa inquietud.
Por cierto, el título de esta entrada viene dado porque como ya has leído, seguimos progresando, y porque Diego mandó bordar unas gorras con nuestros nombres y las llevamos puestas todo el tiempo que pudimos, aunque menos del reglamentario, ya que los dos trabajamos con gorra y cuando no curramos nos gusta tener la cabeza al aire. Prometo foto de las gorras, pero aun no la tengo.
Nada más, la próxima cita en los slaloms será el 20 de octubre en Pozo Izquierdo. Aquello es harina de otro costal, y a ver cómo se nos da. Por mi parte el casco me lo pongo este fin de semana para repetir en los carretones con mi cuñado en la tradicional bajada de Teror, y luego el siguiente sábado para participar en el rallye Villa de Teror seis años después de la última vez, ahora copilotando a Aridany Ojeda a bordo del VW Lupo. Si en los carros hay algo digno que contar haré una entrada independiente, pero si no, lo resumiré cuando les cuente lo acontecido en los tramos del rallye de mi pueblo.
Como siempre dar las gracias a Diego y todo su equipo, a los patrocinadores del coche, especialmente al más reciente y que ha invertido para que podamos estar en lo que queda de temporada "El Drago Padel Club",  a mi querida Leti  por acompañarme de nuevo y a ti por perder tu tiempo en leerme.

Saludos y… recuerda que siempre se puede mejorar, sólo hay que querer mejorarlo. 
Foto: Motor 2000