Muy buenas, te vuelvo a dar la bienvenida al blog, en el que esta vez contaremos lo vivido en el rallye de Maspalomas, en el que acabamos segundos clasificados.
Después del accidente tonto sufrido antes de empezar a correr en el Comarca Norte, la previsión era que la temporada se había acabado en aquel risco de Caideros, pero resultó que se podía reparar el coche y tocaba salir en el sur de la isla.
Al ser el rallye casi repetido del año anterior y teniendo en cuenta que nos queda algo lejos, los reconocimientos se resumen a dos ratos en los que en total sumamos sólo 5 o 6 pasadas a cada tramo, y digo sólo porque para Los Tilos en la carrera anterior fueron muchas más.
Aprovechando esos ratos de entrenos, buscamos un sitio conveniente para hacer un cambio de ruedas por si fuera necesario y de paso volví a calcular los tiempos de enlace, buscando muchas referencias por si mis planes previstos se descolocaban en algún momento.
Con las noticias habituales que rondan la previa de un rallye (que si uno corre, el otro no, que yo no corro, que yo sí…) nos plantamos en San Fernando para hacer las verificaciones. Eterno agradecimiento a la Escudería Maspalomas encabezada por Acaymo Reyes por hacer que todo fuera “como antes” aunque tuviera que ser cumpliendo el protocolo sanitario actual. Al no estar el coche terminado y tener permiso para verificarlo el sábado por la mañana, me toca atender a los medios de comunicación en medio del césped del estadio, surgiendo algunos chistes futbolísticos por parte del gran Tino Vega, que esta vez iba a ser el encargado de guiar a Raúl Quesada en el Skoda.
El día del rallye en sí, los momentos previos a la salida son siempre los peores. Se pasan nervios y entran dudas de si todo estará correcto. Me siento en el baño a liberar tensiones y nos vamos a los tramos.
En la primera pasada por Arteara el ritmo no es del todo alto y cuesta un poco coger confianza sobre todo en la zona rápida. Supongo que es normal. En el segundo asalto mejoramos las sensaciones y en el tercero hacemos el scracht, aunque fuera porque el líder hizo un trompo. Raúl y Tino no han podido ni salir al partirse un palier antes del control horario. Ya eso, tuerce el día.
Afrontamos la segunda sección con ganas de mejorar los tiempos de antes, pero… cuando paramos a ponernos los cascos y ajustar presiones de ruedas nos damos cuenta de que tenemos las dos gomas nuevas puestas en el lado izquierdo. No hay tiempo de cambiarlas, así que tenemos que salir de esa manera. Encima los primeros 2 kilómetros el coche va despacio porque la válvula popoff se ha quedado bloqueada. Aun con eso, no fue del todo mal en el resto del tramo. Cambio de ruedas a la posición correcta y a Tunte. Me encanta estar y correr en la zona de La Plata y disfruto bastante. En la bajada hacia la presa de Las Niñas, casi en la última curva Toñi se automotiva para pasarla en cuarta velocidad y tenemos un susto curioso, aunque acaba en risas porque se dio cuenta de que la pasó en quinta… y porque no pasó nada. Acaba la sección sin contratiempos en Cercados de Espino y ya va quedando menos. En las bajadas hemos endosado algo de tiempo al Porsche de Iván Armas, y no estamos demasiado lejos del segundo puesto que él ocupa. Podemos intentarlo.
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Picando piedra (foto: motoraldia7) |
En el tramo largo salimos muy fuertes, a por todas. En la meta de las pasadas anteriores pico 6 segundos mejor y al final hemos restado la diferencia a 2 décimas. Quedando únicamente el tramo de bajada en el que antes hemos rascado bastantes segundos, creo que podemos conseguir el objetivo, aunque finalmente no hizo falta apurar demasiado ya que el rival se tuvo que retirar.
En la meta del último tramo estamos satisfechos. Después de lo ocurrido en el Comarca, acabar en puestos altos es todo un logro. Además hemos corrido bastante en algunas zonas y a pesar de los contratiempos habituales que siempre hay que resolver, nos hemos divertido.
A nivel general y a modo de balance podemos hablar de varias cosas, como por ejemplo que al tener que intentar cumplir la normativa vigente había poca gente en las carreteras. En una de las salidas llegué a contar 4 personas, y todas con la mascarilla puesta. Es triste, pero tiene (y tendrá) que ser así. El rallye estuvo bien organizado, con un parque de trabajo en un sitio muy cómodo y en general todo de forma notable. Siempre hay comisarios y cronos que digamos no cumplen todo lo bien que debieran, como el del patinete eléctrico rodando a toda leche en las asistencias, el crono que nunca pone el tiempo de tramo en el carnet de ruta, el que tarda más de 1 minuto en apuntar en su plantilla sabiendo que los frenos llegan a tope de temperatura… No hay que generalizar ni mucho menos, porque normalmente el trabajo que se hace es impecable, pero son cosillas a mejorar.
Los enlaces de esta carrera no eran demasiado agobiantes, y eso se agradece. En la bajada hacia Barranquillo Andrés paramos varias veces estilo turista, y a pesar de que no era lo previsto, todo controlado.
En cuanto a mi trabajo creo que me puedo dar por satisfecho. Viendo los vídeos posteriormente creo que, aunque todo se puede mejorar y afinar más, he ido de forma correcta. Tenía muchas referencias de tiempos y distancias en los enlaces, porque estaba casi seguro que no íbamos a parar donde yo tenía planificado y como finalmente fue así, me sirvió de mucho ese trabajo previo. También me tocó ajustar la suspensión en determinados momentos y lo solventé con eficacia. Nunca me he considerado un copiloto conspicuo, pero la satisfacción del deber cumplido hace a uno sentirse bien y con eso me vale, pero para poder disfrutar de esa sensación hay que tener las cosas claras y saber qué hacer en cada momento.
Ese bienestar sólo se encuentra al entregar el carnet de ruta en control final, pero ver en la meta del último tramo al amigo Aday (igual que el año pasado, ¿llevará allí un año?) y más caras conocidas aplaudiendo tu trabajo es reconfortante, aunque el entrevistador de turno me diga: “Muchas felicidades… Rubén”. Será la costumbre, digo yo.
Un copiloto por sí mismo no gana carreras, pero si que (como se ha visto en el Isla de Tenerife) puede ser determinante en su labor. De hecho, siempre lo es. Si usamos un ejemplo futbolístico diríamos que en un equipo el que juega “de 6” tiene que participar cuando se defiende y cuando se ataca, crea fútbol, destruye juego, es pieza importante en las jugadas ensayadas, etc.. pero siempre hay quien no sabe o no quiere saber que sin ese mediocentro no se puede jugar, igual que sin copiloto no se puede correr un rallye. Ser el nombre de la parte de abajo del cristal no es sólo ir sentado a la derecha mientras se pasa por los tramos, es mucho, muchísimo más que eso y aunque lo puede hacer cualquiera y nadie nace enseñado, el que lo haga tiene que tener el reconocimiento del piloto y de todo el mundo, porque una cosa es trabajar en la sombra, cosa que casi siempre está bien, y otra cosa es que en vez de en la sombra algunos se crean que no trabajamos, directamente. Siento si alguien se puede molestar por esto, pero me jode bastante que se desprecie la labor que hacemos. De todas maneras, como decía el gran filósofo Manuel Jumilla Pandero: “para que haya mundo tiene que haber de todo”.
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Tierra y asfalto. Mascarillas si y no. |
Me despido del ex-epicentro turístico de la isla compartiendo un ratito con la familia Quesada que también es la mía, y nos vamos para casa donde después de hace bastante tiempo, por aquello de guardar la línea, me pego una “embostada” a comida basura que me sabe a gloria.
Y poco más que contar, agradecer como siempre a mi familia, a los que estuvieron con nosotros en persona o a través de cualquier medio y a quien lee este rollazo que siempre suelto.
En principio doy por terminada mi temporada, ya que en el rallysprint de La Era del Cardón corren el coche y el piloto, pero será R. Quesada el que vaya a la derecha (estaré pendiente de que lo haga y se lo pase bien) y no creo que haya que salir en el Islas Canarias ya que las opciones de ser campeones provinciales son muy remotas y el gasto desorbitado. Tanto uno como el otro, iremos a verlo (si nos dejan) y disfrutaremos desde fuera sentados en una buena piedra, que eso sí que lo puede hacer cualquiera.
Siempre hacia una meta. Nos vemos!!!!