Aquí
estamos de nuevo, o de viejo, porque han sido bastantes veces este año. Prometo
que ésta es la última hasta dentro de unos meses…o no.
Como
ya sabes si has leído las anteriores entradas a este blog, iba a terminar la
temporada echando el rato en el rallye Comarca Norte de Gran Canaria, y al
final fue eso, sólo un rato.
Cuando mejor lo pasamos fue la tarde de viernes en Gáldar, sobre todo cuando entre saludos y presentaciones le dicen a Osmundo que era “incombustible, clásico y veteranísimo”. Pasamos la rampa muertos de risa por la respuesta de mi piloto: “me tratan como a un perro”. Luego llegó el principio del fin.
El coche desde que hicimos la ceremonia de salida tenía un ruido raro, que finalmente terminó siendo lo que se tradujo en la avería de la caja de cambios del “soplillo”. No pudimos hacer sino dos tramos, y no demasiado cómodos.
No
nos dio tiempo ni a coger el ritmo, ni a pasarlo bien ni a nada. Mala manera de
acabar el año, pero las carreras casi nunca dependen del factor humano sino del
mecánico.
Me
jodió mucho porque hicimos un esfuerzo grande para ir a entrenar y porque Mundo
se quedó con las ganas de correr como le gusta, y yo con él.
Poco
más te puedo contar de este rallye. Cuando el coche se fue en la grúa, nos
fuimos también nosotros. Ni con ganas de ver nada nos quedamos.
El
tema es que al ser la última carrera del año, pues se acaba la temporada con
mal sabor de boca, y encima mi año ha sido tirando a gris.
Es
verdad que he corrido un montón de kilómetros a un ritmo alto, y que han sido más
las buenas sensaciones que las malas, pero claro, los momentos críticos marcan
más que los agradables, por lo menos a mí.
Si
lo resumo por carreras, te cuento que entrené el Santa Brígida, una semana
antes se abortó la opción de correr y al final casi corro de todas maneras,
pero no pudo ser. Fui a verlo.
En
el Islas Canarias sólo corrí dos tramos. El resto fui a verlo.
Para
el Gran Canaria hubo problemas desde el tramo 1 y se abandonó en el penúltimo.
En Telde todo fue bien hasta el último
tramo, donde una avería hizo que llegáramos a la meta final sin alegría
ninguna.
El
Teror salió bien entero.
Del
Maspalomas también hubo que irse para casa tres curvas antes de tiempo.
En
el Comarca Norte como ya has leído, retirado desde por la mañana.
Balance
general en cuanto a resultados: mal.
El
buen rallye de mi pueblo podría compensar el resto, pero no lo termino de ver así.
Si
miramos un poco con más profundidad, he corrido 28 tramos de los 63 que tenía
que haber disputado de haber llegado a todas las metas. Eso hace un 44%, por lo
que no se puede decir que haya aprobado el año.
Y
lo peor de todo no sólo son las retiradas, sino la sensación de que tanto tiempo
invertido no ha servido para mucho.
Ya
sé que no soy de los copilotos que ayudan en las reparaciones o revisiones del
coche ni que me encargo de nada más que no sea entrenar y correr. Es por eso
que sé que los pilotos y hasta mecánicos pierden más tiempo que yo en el tema,
pero me tengo que quejar de lo mío, que para eso soy español, gandul y envidioso.
Ahora mismo cuando escribo esto, estoy dándole
vueltas a la cabeza y todo me parece mal.
Te
explico lo que estoy pensando: dudo del por qué me dedico a ser copiloto si
realmente, no termino de encontrar el momento justo en el que lo paso bien en
las carreras. En pleno tramo a toda velocidad voy tan concentrado que no
retengo casi nada ni soy consciente de lo que pasa. Los enlaces son un
aburrimiento. De los entrenos ya ni te digo. Los odio con todas mis fuerzas y
aunque por diversas circunstancias hay ratos que toca reírse, no va a pasar
nunca que me guste reconocer, y si encima hay que coger notas, peor.
Siempre
hay que dormir poco y madrugar, ir y venir de donde sea la carrera…
En
fin, tampoco quiero parecer Pitufo Gruñón ahora, porque todo esto que hay que
hacer lo hago y con buena cara y actitud. Una cosa no quita la otra, pero es
que no lo veo claro. Encima, me da coraje, porque aun pensando todo esto, es
como si mi cabeza no quisiera echarse fuera del tema. Supongo que será como una
droga, que sabes que te hace mal pero no puedes dejarla.
Yo
me conozco y sé que seguramente siga corriendo si me ofrecen algo que
me parezca bien y con alguien que me dé confianza. Igual acabo el 2016 haciendo
un montón de carreras, pero… si tuviera que firmar un contrato ahora, no lo hacía
ni loco.
Encima en lo que he ido a ver como aficionado me lo he pasado de lujo,
disfrutando mucho, seguramente más que corriendo.
Realmente
creo saber cual es la raíz de mi problema. Siempre dije que para dedicarse a
este tema como es debido, hay que tener tiempo libre y casi ninguna obligación
más. Soy de los que piensa que para hacer por ejemplo un campeonato que conlleve
viajes y demás, hay que ser estudiante o jefe. Hace años que me prometí
a mi mismo que no iba a usar mis días de vacaciones para usarlos en las
carreras, y sigo manteniendo mi idea. Y claro, yo trabajo los fines de semana y
ahí está el quid de la cuestión. Entre mi horario laboral y las carreras (bien
sea para entrenar o para correr) acabo usando casi todos los findes del año, y
eso quiere decir que el mismo número de sábados y/o domingos no estoy con mi
familia o amigos. Para el que trabaja de lunes a viernes es más fácil porque cuando no
hay nada que hacer de las carreras, tiempo libre. Para los que trabajamos a
turnos es complicado compaginar unas cosas y otras, o por lo menos para mí lo
es.
Aunque no me gusta mucho
hablar de mi vida privada, te cuento que hay semanas en las que si trabajo dos
o tres días a jornada completa de 16 horas (esto lo hago haciéndole turnos a mis
compañeros para poder librar luego los días del rallye haciendo ellos el mío) y
luego el fin de semana lo uso para verificaciones y correr, no veo a mi mujer y
mi hija a lo mejor desde el martes hasta el domingo. Espero que con ese ejemplo
entiendas que le esté dando tantas vueltas a toda esta historia. Encima a
partir de enero tendré un compañero menos, por lo que será más difícil librar y
cambiar turnos.
Está
claro que hay otras épocas del año en las que todo es mejor porque se sabe un
rutómetro con antelación, vamos pocas veces y el rallye es cerca, pero ya lo
dije más arriba y lo mantengo. Me marca más lo malo que lo bueno.
Si yo leyera esto escrito por otra persona le diría que vendiera el casco hoy mismo y lo deje, pero no me termina de salir decírmelo a mi mismo. Hay algo que me hace querer correr, pero no estoy seguro de saber lo que es.
Tremendo tocho te acabas de leer. Lo siento, necesitaba desahogarme y quizás exponiendo esto aquí pueda alguien abrirme los ojos y hacer que piense con más claridad. No busco tampoco que me den palmaditas en la espada. Sólo escribo lo que pienso.
Quiero
terminar mi última crónica de este 2015 dando las gracias a toda la gente que
se deja las manos para que los coches en los que corro puedan funcionar, a los
patrocinadores y gente que pone perras para lo mismo, y como no, a mis pilotos
de este año que han sido Jonathan Nuez y Osmundo Ramírez. Se fían de mí aun
sabiendo que no entiendo nada de mecánica ni colaboro en casi nada. Debe ser que como copiloto lo hago más
o menos bien.
Lo
penúltimo es dar las felicidades a tooooood@s l@s compañer@s y amig@s que han
corrido este año. Sé de buena tinta que sólo el hecho de estar en las salidas
tiene mucho mérito. Luego ya lo que pasa en cada carrera es incontrolable.
No
me extiendo más y termino dándole las gracias a Leti y Aroa. Ellas son mi
libreta de notas de cada día y es por ellas por las que intento siempre tener
la cabeza fuera del agua. Renuncian a mucho de su tiempo familiar para que yo
me dedique a “esta mierda”. Nunca tendré palabras de agradecimiento ni forma de
compensar lo que hacen por mí.
Ya
veremos que nos ofrece el nuevo año que ahora llega y que es lo que pasa.
Te
deseo un feliz 2016 cargado de salud para comer bien, dinero para comprar comida
y suerte para que la comida esté buena. El resto es menos importante.
Gracias
por leer a este proyecto de escritor.
El
año que viene supongo que más y espero que mejor.
Saludos.
PD. De aquí a dos semanas casi todo lo que digo en la parte central se habrá disipado y pensaré de otra manera.