En
pleno verano retomamos la costumbre de escribir una pequeña historieta, en este
caso preparando el terreno para lo que será la cuadragésima edición del rallye
Ciudad de Telde.
La
verdad que en algún momento del nefasto Gran Canaria y los días posteriores,
llegué a pensar que sería poco probable estar en la ciudad de los faycanes,
pero el equipo hizo sus cábalas y decidió que finalmente estaremos en todos los
rallyes, así que allá nos vamos.
El
Telde es una carrera que nunca me gustó demasiado, supongo que porque discurre
por zonas que no controlo tanto como la cumbre o el sur y me siento más
inseguro. Con esto no me refiero a los tramos, sino a los enlaces, sitios para
parar a repostar, mirar presiones y todo eso que se hace siempre de camino a
cada tramo.
Si
no me falla la memoria, lo he corrido en tres ocasiones, además consecutivas.
En 2005 con Miguel Quintino y 2006 y 2007 con Raúl Quesada. En todas
conseguimos llegar a la meta final. En aquellos años el rallye callejeaba por
el corazón de Telde, pero ahora se agrupa todo en el centro comercial Las
Terrazas y así es más fácil. Además los tramos son con un formato de 3x3,
cosa que últimamente no se venía haciendo. Para un copiloto, preparar una
carrera así es mucho más sencillo que cuando es un 4x2, o unos tramos por la
mañana y otros por la tarde. Nunca es complicado, pero a la hora de calcular
rutas y tiempos de enlace hay que dar más rueda que cuando es repetición, ya
que lo que haces una vez ya te vale para el resto del rallye. Entiendo que haya
a quien no le guste este formato, pero para mí como “profesional” del tema es
lo que más me gusta, simplemente porque facilita el trabajo.
Concretando
un poco más en las carreteras a correr, se empieza por el manido pero
entretenido “Cuatro Puertas”, en la versión que sale desde La Manigua , sube por una zona
estrecha y recta hasta el cruce de Piletillas que se coge en ángulo recto a la
izquierda para luego negociar los vaivenes anchos del tramo para en el cruce de
Los Moriscos girar a la izquierda y bajar hasta la meta por encima de los
baches y en medio de los invernaderos. Son pocos kilómetros pero muy intensos.
El
segundo tramo es Los Cuchillos-La Era del Cardón, con meta en Falcon Cresta.
Poco que decir de esto que tú no sepas. La Era es la
Era , sea la versión que sea.
Para
terminar la sección se hace la impresionante bajada de Cazadores-Los Picos,
atravesando el pago de La Breña. Todo
hacia abajo a una velocidad acojonante. Aquí hay que tener las cosas claras,
para bien o para mal. Si tienes confianza mándale, pero si no la tienes hay que
aflojar. Me explico: si no tienes claro donde frenar en cada zona complicada,
vale más frenar antes y perder un poco de tiempo. Ahora, si hay confianza para
arriesgar, puedes llegar a la meta totalmente reforzado, tanto en la lucha
contra el crono como moralmente. La última vez que fuimos vimos unos carteles
informativos contando que iban a asfaltar las zonas de Cazadores y Lomo
Magullo. Un asfalto nuevo en una bajada tan radical puede ser peligroso, ya que
lo normal es que patine bastante y que encima no lo tengamos en las notas
porque las obras se están haciendo durante esta semana, en la que ya no se
puede ir a entrenar. En fin, supongo que el viernes el en brieffing nos dirán
algo al respecto y que en la primera pasada habrá que tener especial cuidado,
más si cabe.
Los
reconocimientos se han desarrollado sin complicaciones, siendo lo más destacado
cuando fuimos engullidos por un mar de ovejas al paso por La Breña y los 33 grados que
había en Corralillos un sábado a las 7:00 de la mañana.
En
cuanto al coche se refiere, después del medio destrozo de la última carrera, se
ha reparado la caja a consciencia, con piezas nuevas y mejores que las que
tenía. Además se han cambiado algunas cosas con el fin de solucionar el
problema de los “cabezazos” que viene dando todo el año, que finalmente se cree
que fueran por un cable partido en la zona de la pastilla de encendido. Después
de todas esas reparaciones y mejoras creemos que el rendimiento del Clío
debería ser pleno. Eso esperamos.
La
parte física de los habitantes del vehículo si que la tenemos un poco
descuidada, sobre todo yo. Jonathan sigue medio tocado de la espalda a pesar de
que la operación de hernia discal había salido bien. Entre eso, el trabajo, las
horas que echa alrededor del coche de carreras y el tiempo que merece la
familia, es complicado buscar el momento para hacer deporte, aunque tiene
bastante fuerza de voluntad y se está dedicando a nadar por las noches.
En
lo que a mí se refiere, sufro de gandulitis aguda nivel III. Gracias a que el
equipillo del futbito se apuntó a dos torneos de verano a la vez he ido
moviendo el culo una o dos veces a la semana, aunque el esfuerzo intenso que se
hace en la cancha no da mucha resistencia aeróbica, pero bueno, supongo que
algo es algo. Viendo el otro día pasar a los participantes de la Teror Trail al lado de mi casa
me entraron ganas de retomar el tema y ponerme las pilas en serio, pero
normalmente de pensarlo no pasa. A ver si de alguna manera alguien o algo me
da el empujón que necesito.
Poco
más que decirte. Tengo la sensación de que este rallye va a salir bien, no sé
por qué. Espero no equivocarme y que esa noche o al día siguiente las cervezas
que me beba en las fiestas de Madrelagua sean para celebrar y no para olvidar.
Seguiremos
informando.
Saludos.