sábado, 14 de diciembre de 2013

III Slalom CDIC 2013. De azul y con gomina.

Vuelvo al teclado para contarte esta vez la última carrera de la temporada, que tuvo colofón final con la gala de entrega de premios de la FALP.
En el último slalom había que volver al circuito de Jinámar para refrendar lo hecho durante el año, que no era otra cosa que intentar amarrar un buen resultado para obtener el tercer puesto del campeonato de promoción. En principio, si mis cuentas no estaban mal, con quedar por delante de los muchachos del Polo (que esta vez salían con un 205) el trabajo estaba hecho.
Al haber llovido mucho los días previos a la carrera, la famosa curva de la afición está anegada de agua, por lo que lo más probable es que se recortara esa zona para que no tengamos que pasar. Entre eso y la variante que a veces hacen en la zona del centro, no estaba claro por dónde tendríamos que correr, y para no andar con agobios el domingo por la mañana, el día antes nos damos un salto al circuito para echarle un vistazo desde fuera. Al llegar, la sorpresa es que está todo delimitado con taludes y montículos y que el trazado está abierto para todo el que quiera darse un paseo por el, por lo menos caminando, así que saco la libreta que había llevado por si acaso y ya que estamos allí, nos hacemos una rutita de senderismo por la zona de abajo, que al final era casi lo único nuevo, porque el resto coincidía con lo que se había corrido en mayo, y la parte del asfalto y alrededores es siempre lo mismo. En poco más de media hora tenemos el trabajo hecho y hemos ganado algo más de tiempo para dormir al día siguiente. Cierto es que a pesar de ya tener las notas cogidas, esa tarde tengo que pasarlas a limpio, porque tenía algo mezcladas las del slalom de mayo, las de septiembre y las que había cogido por la mañana. Estaban bien organizadas y delimitadas, pero preferí hacerlas nuevas. Maniático que es uno.
Esta vez nos asignan el 37, número más alto que de costumbre debido a la participación de equipos de otras islas al puntuar esta carrera para el campeonato autonómico. Por culpa del mismo “maniatiquisimo” que te dije antes decido que esta vez voy a correr con el mono azul. Había salido todo el año con el rojo, pero en la última carrera nos tuvimos que retirar. El rallye de Teror lo hice con el blanco y abandonamos, así que ahora opté por el azul, que no usaba desde 2009, llegando a meta con él en la última vez que me lo puse. Por todo eso, confiaba en que este mono (o funda de mono como dice Larrodé) me trajera algo de suerte, y creo que así fue. Y sí, tengo tres monos, es lo que tiene haber corrido una tonga de años.
Nuevo soporte para los cascos
Antes de la salida, Diego está bastante nervioso porque resulta que el fin de semana anterior a la carrera había ido a probar el coche después de reparar la avería que nos dejó tirados en Pozo Izquierdo, y un montículo se le puso delante y el Corolla se dio una vuelta…de campana. No pasó nada, solo unos escachones y poco más, pero Guedes se había quedado con una mala sensación. Era el momento, en la cola de la salida para la primera manga oficial cuando, como tantas otras veces con casi todos los pilotos con los que he corrido, de disfrazarme de psicólogo. Por si alguien no lo sabe, la labor de un copiloto, sea de la modalidad que sea, es 50% ser copiloto mismamente, y el otro 50% ser psicólogo, y a veces esos porcentajes se desnivelan en contra del copilotaje en sí.
Le digo a mi piloto que esté tranquilo, que venimos a pasarlo bien y no a coger nervios. Si hay que cogerlos se cogen, pero tenerlos ya dentro de uno mismo, no. No me refiero a las mariposillas de la barriga que siempre se tienen antes de la salida al primer tramo. Hablo de unos nervios que nos ciegan y que no nos dejan disfrutar del momento.
El caso es que mi charla funciona, porque corremos más que nunca en todo el año. Los tiempos no son para ganarle a los evos, pero estamos en la pelea por los puestos altos de la promoción y rozando el podium de la clase. La gente que está viendo la carrera comenta que por primera vez en todo el campeonato se nos ve pasar rápidos y al mismo nivel que casi todos los coches de la lista. Hasta mi amigo Raúl Quesada, que es un enfermo y todo lo que sea ir a menos de 120 le parece lento, me dice que nos vio rápidos y por el sitio.
A mitad de carrera tenemos mucha ventaja sobre nuestro principal rival, así que el trabajo está ya casi hecho, pero casi no es del todo. 
Foto: Motor2000
En el cambio de sentido volvemos a ir rápido y antes de la última manga hay que usar mucho la cabeza. El trazado esta muy roto, con partes donde incluso es hormigón puro sin rastro de tierra. Le llevamos mucha ventaja a Omar, así que la única premisa es terminar la carrera sin volvernos locos. Seguramente perderemos el tercer puesto de la clase 4, pero no nos importa porque eso no vale para casi nada. El uso cerebral funciona y sin cometer riesgos conseguimos el objetivo, que encima se ve reforzado por un tercer puesto en el promoción de esta carrera. Mejor final de año no se puede pedir, pasando la pancarta de meta con un frenazo como los que hacíamos a principio de año porque Dieguín me hacía caso a rajatabla cuando le decía que aflojase después de meta. Ahora lo hizo de cachondeo a modo de celebración. Él no es de muchas palabras dentro del coche, pero cada vez que terminábamos una manga me apretaba la rodilla con un gesto de “todo está saliendo bien”. Valga aquí el refrán de que una imagen (dos gestos en este caso, frenazo y apretón de rodilla) vale más que mil palabras.
Me hizo gracia un piloto al que le íbamos ganando en las tres primeras mangas, (pero que terminó delante porque como ya te dije, en la última nosotros fuimos de paseo) que vino a decirme que en las tres primeras no tenía “fili” (textualmente, supongo que se refería a feeling) y que la última “con el circuito así de duro fui como un disparo y terminé en mi sitio”. Nada le dije pero... amigo, si terminaste ahí ese es tu sitio, pero si nosotros corremos un poco más en la manga final, tu “fili” seguiría siendo malo y tu sitio un poco más abajo.
Antes de que se me olvide, y para terminar con el resumen del slalom, quiero destacar dos cosas. Una lleva ocurriendo todo el año pero a la hora de escribir nunca lo tenía presente, siendo bastante curioso. 
El volante del Corolla es regulable en altura, y Diego antes de cada manga, en la cola de salida, lo sube y lo baja cuatro o cinco veces. Eso siempre me vale para decirle cualquier chorrada al respecto y así le quito un poco los nervios. La explicación lógica no es que él esté con probaturas a última hora, sino que para subirse al coche tiene que poner el volante muy alto para poder entrar, y luego una vez sentado y con el arnés apretado, pues lo lleva otra vez a la posición de conducción.
Lo otro destacable y para apuntar en el mérito de Guedes es que en la salida de cada manga ajusta al máximo la arrancada para no perder ni una décima. Casi el reloj no ha pasado de 1 a 0 y ya estamos en marcha, jugándonos la penalización. Lo tiene muy bien controlado y me parece que es una buena costumbre, teniendo en cuenta que otros esperan incluso a que se apague el 0. 
Al final de la carrera, puesto 25 de 39 que terminamos, cuartos de la clase 4 (a 2 segundos del piloto sin fili) y terceros del promoción. No está nada mal.
Recogemos nuestro premio (no sin que el presentador se equivocase dos veces, haciéndome dudar) y con eso queda el año oficialmente terminado, ya que nuestra participación en el rallye fórmula iba a ser un mero trámite, sin ganas ni interés por nuestra parte. De hecho nos apuntamos para correr porque Diego quería pasar por la zona de asfalto que pega con las asistencias para parar a saludar a nuestro equipo, cosa que le quité de la cabeza, convenciéndolo de que con tocar la pita al pasar por allí era suficiente. Y la tocó, y nos reímos.
Luego esperamos a que terminara todo el rallye fórmula para volver a casa. La seguridad corría a cargo de mis compañeros de Aterura y que menos que estar allí apoyando hasta el final, y además de paso veía la carrera.

A los pocos días de habernos quitado el casco, tocaba engominarse (Diego no) para ir a la gala de premios de la FALP a recoger lo que nos tocaba, el trofeo de terceros clasificados del campeonato de promoción de slaloms 2013, y allá que nos fuimos.
La gala fue un poco aburrida (como suelen ser siempre), alargada en demasía por las múltiples y para mi gusto desafortunadas intervenciones de uno de los presentadores. En cualquier caso había que estar, y nos llevamos a casa un bonito y original trofeo en el que mi nombre está bien escrito en la placa (fue lo primero que miré al recogerlo), cosa poco usual por otra parte pero de la que me alegro. Me hizo especial ilusión que me lo entregara el amigo Jose Guerra porque sé de buena tinta que ha trabajado mucho durante el año y es uno de los pocos que están en los rallyes currando a tope.
El trofeo

Pues nada más, para terminar agradecer a los patrocinadores del equipo que han hecho posible que hayamos corrido el campeonato entero: PMR Automoción, El Drago Padel Club, Peluquería Delia Herrera, Sandez Automoción, Rodriauto Carrizal y el recuerdo a mi suegro con Las Cabras del Negro.
También a todo el equipo que ha estado ahí todo el año trabajando y apoyando. No los nombro porque seguro que me olvidaría de alguien, además somos un grupo en conjunto, y mejor eso que individualidades concretas, aunque si se debe puntualizar en el agradecimiento a Diego por compartir de nuevo esta carrera conmigo, y como no, a nuestras familias, especialmente por la parte que a mi me toca a mi maravillosa mujer Leti, que a pesar de tener que ir a todos lados cargando con nuestra futura Aroa, siempre está a mi lado para que todo salga bien.
Desde que tenga un hueco volveré a escribir para hacer un resumen global del año, sin entrar en muchos detalles pero para valorar las 7 carreras que he tenido el placer de disputar en este 2013.

Por si acaso ese resumen llega después del 25, aprovecho para agradecerte que hayas perdido un ratito de tu tiempo para leer esto, desearte una Feliz Navidad y recuerda que uno mismo es superior a sus miedos, y la única forma de tumbarlos es yendo a por ellos.

domingo, 27 de octubre de 2013

Slalom Pozo Izquierdo 2013. En el centro de la tierra.

La temporada va tocando a su fin, y con ella se acabarán también las entradas en el blog, por lo menos las que hablan de carreras en primera persona. 
Esta vez me he demorado un poco en el tiempo para escribir y publicar la crónica del último slalom, pero no he tenido tiempo antes para poder hacerlo.
Nos situamos en Vecindario, concretamente en la playa de Pozo Izquierdo, para hacer los entrenamientos oficiales, ya que los libres se habían desarrollado durante toda la semana. No está claro que se pudiera o que no, porque al ser un lugar público y abierto y al no haber publicado reglamento de la carrera, pues en ningún sitio decía que no se entrenara. En cualquier caso, que algunos se aprovechen de ese vacío legal quizás sea cosa de listos, ahora que lo hagan usando los coches de carreras...es de carotas. Fíjate como estaba el patio que la organización tuvo que aclarar en el programa horario (que por cierto se publicó el día antes de la carrera) que los reconocimientos controlados del sábado tenían que ser con coches de serie. No llegan a decirlo y más de uno y de dos se planta allí con su vehículo de competición. En fin, cosas raras que pasan de toda la vida en ese slalom.
En esos entrenamientos oficiales se vivió una cosa dantesca. Al tener que reconocer en los dos sentidos del trazado y no estar la cosa organizada en caravana con un coche de organización delante y otro detrás, pues aquello era un descontrol total. Coches a fondo para todos lados, una polvajera impresionante, saltos a la vez para los dos lados (lo más peligroso que me he echado a la cara en los rallyes) y sin número de pasadas estipuladas, por lo que algunos dieron 5, otros 4 y los que dieron la vuelta en medio antes de llegar a las salidas y metas pues bastantes más. Cuando el organizador se cansó de tragar polvo fue diciéndonos que nos teníamos que ir. Nosotros habíamos ido con un Corsa que Diego alquiló barato para no tener que meter allí su coche de diario, por lo que íbamos como en una pista de hielo. No sé si era la presión de aire de las ruedas o la suspensión, pero pasamos aquel rato flotando por el barranco. En algunos momentos fue hasta divertido, pero solo en algunos. 
Al día siguiente, otra vez "pabajo". Encima amanezco malo de la barriga con una crisis de esas que me dan (los que me conocen saben de lo que hablo) que me va a durar todo el día. Antes de llegar "al windsurf" tengo que parar en una gasolinera a evacuar. Igual que paré allí podía haberme arrimado en cualquier cuneta, porque cuando la cosa aprieta... 
La carrera en sí era bastante divertida. El coche de carreras es mucho mejor montura que el de alquiler de ayer y los botes y piedras apenas se notan. Vamos de menos a más, corrigiendo algunas cosas y aprendiendo sobre la marcha. Para Guedes es la primera carrera fuera del CDIC (El Pajar no cuenta) y tenía que ir haciéndose al paño poco a poco. Al terminar el primer sentido no vamos mal, aunque se puede mejorar. A los dos nos gusta más hacia el otro lado y ahí esperamos que los tiempos nos acompañen un poco más, aunque como digo la historia no iba mal. 
Foto: motor2000
Como ya saben, en esta carrera siempre hacen un salto asombroso que para verlo desde fuera y sacar fotos es bonito y espectacular, pero para ir dentro del coche que vuela es un poco angustioso. Hay que tener en cuenta que si vuelas mucho, al caer puedes destrozar el coche. Ya no digo romperlo, sino destrozarlo. Es por eso que nos tomamos nuestras precauciones al afrontarlo pero aun así, el coche salta bastante, o eso parece por lo menos desde dentro. No está uno acostumbrado a volar y las décimas de segundo que pasas en el aire y la posterior caída dan un poco de cosa. A mi curvas, baches, pasos estrechos, rectas largas, paellas, horquillas, etc, dame las que quieras, pero los saltos cógelos pa ti.
En la última manga, cuando mejor lo estábamos pasando y mejor clasificados íbamos, el coche dejó de correr. La sensación que me dio fue que habíamos partido un palier, porque el motor estaba en marcha, pero no había tracción. Avanzamos unos metros y pensé que quizás pudiéramos llegar a la meta aunque fuera despacito. Faltaban más o menos dos kilómetros. Luego vi que no sería así y decidí bajarme dándonos por retirados. Durante unos cuantos coches tuve que avisar a los compañeros de que pasaran por el otro carril, ya que el comisario se puso con la bandera en el lado contrario, y los pilotos al verlo se hacían "pacá", y luego al verme a mi y nuestro coche, volvían "pallá". Ese mismo comisario super espabilado me dijo que al final de la manga me mandaba la grúa que tenía allí en su cruce. Todavía estoy esperando que señalice bien y que me mande la grúa, aunque lo que más estoy esperando es a encontrármelo a él. Cuando vi que era un peligro seguir allí para el paso de los coches grandes (salíamos de en orden inverso) decido que hay que bajar el Corolla por un medio terraplén y quitarnos de en medio. Allí vemos terminar la carrera y esperaremos a la grúa...que nunca vino. Por cierto la avería resultó ser la rotura del volante de inercia, por lo que ni la caja ni los palieres sufrieron nada y el gasto en reparación será bastante poco.
Mientras pasan los coches que quedaban, me pongo en contacto con la organización y la federación para que (aunque era la última manga y no tienen obligación de hacerlo) me mandaran la grúa de la prueba para no quedarnos allí tirados. Al final, entre la organización y el gruísta se pasaron dos o tres veces la pelota y nosotros nos quedamos allí dos horas rodeados de moscas y polvo hasta que pasó un trialero de 4x4 con un "big foot" y nos remolcó de mil amores. El hombre estaba privado amarrando eslingas y usando su máquina para la ocasión. Gracias que pasó y se prestó, porque si no, es posible que se nos hubiera hecho de noche allí, en el título de esta entrada del blog.
A todo esto, como era la última manga y las normas de los slaloms son así, se nos asigna un tiempo y figuramos en la clasificación provisional, y así puntuamos para el trofeo de promoción y de la clase 4, de la que aun con todo terminamos terceros.
Sobra decir que a la entrega de trofeos no llegamos, pero si que fuimos al parque cerrado final para cumplir con lo reglamentado y poder así figurar en la clasificación oficial final. Nuestras esposas recogieron nuestros trofeos (por participar y por 3º de la clase 4), aprovechando la ocasión para decirle cuatro cosas bien dichas al organizador por no mandarnos la grúa a buscarnos, que repito, aunque no fuese su obligación por ya haber acabado la carrera, era un gesto de humanidad.
Al final entre unas cosas y otras terminamos a las 18:00 horas, y estábamos allí desde de las ocho de la mañana, más los entrenos del día anterior y las verificaciones administrativas del viernes. Demasiado tiempo empleado en un slalom. He corrido rallyes de asfalto en los que he invertido menos horas. 
No quiero dejar de acordarme de mis amigos Raúl Quesada y Pedro Domínguez, que tuvieron que retirarse por rotura de palier y caja del AX cuando iban rodando en la parte alta de la clasificación, y también de Edu González que terminó segundo clasificado acompañando a su piloto para seguir rematando una temporada genial por su parte.
Como decía en la introducción, todo esto está terminando. Si no hay novedad me queda una carrera para cerrar el 2013. Será la última del CDIC de Jinámar el 8 de diciembre. En Maspalomas no salgo. Aun estoy esperando un aviso después de un mensaje que decía "yo te aviso". 
Ese último slalom puede ser también mi última carrera en general, ya que el año que viene mi casco estará caducado (no compraré uno nuevo porque no son ni siquiera medio caros sino carísimos) y a partir de mayo tendré una cosita pequeña a la que dedicarle mi tiempo. De todas maneras ya se verá, porque después de tantos años viviendo esta pasión no creo que se me quite así de buenas a primeras. 
Muchas gracias de nuevo a ti por leerme, a Dieguín Guedes y su equipo, a los patrocinadores y a mi maravillosa mujer. Ah, y gracias también al comisario inútil y mentiroso que no sólo no le dijo al gruísta (que estaba a 200 metros de nosotros) que nos sacara de aquel agujero sino que nada más pasar el último vehículo se marchó corriendo en su Seat Inca morada (si amigo, no te creas que no se quien eres, que en los rallyes nos conocemos todos). Puedo parecer rencoroso en este punto pero no es así, solo que si me quedo dos horas en un barranco por donde no pasa ni el aire (y un 4x4) por haberme dicho mentiras, me suele dar coraje.
Lo dicho, hasta la próxima. Recuerda, haz las cosas bien sin mirar a quien, porque debajo de un peto, de un mono o de un uniforme, todos estamos desnudos y somo iguales, y como dice un amigo "no somos nadie, y desnúos menos". 
Saludos. 

jueves, 3 de octubre de 2013

Carretones y rallye de Teror 2013. Fiascos a domicilio.

Volvemos a ponernos delante del teclado, esta vez para contarte rápidamente lo acontecido en los carretones de Teror, y para explayarme un poco más en el rallye también de mi pueblo.
La carrera de carros la resumo diciendo que en las dos mangas de entrenamientos del viernes por la noche fuimos los más rápidos en una y casi los más rápidos en la otra, todo a percepción de la gente porque esa noche el crono no se ponía en marcha. Destacar que en la primera bajada batimos el récord de distancia en el famoso salto de la meta. La primera tirada del sábado era solo para establecer el orden de la segunda y definitiva. En esa inicial hicimos el mejor tiempo, con récord del trazado y asombrando a propios y extraños. En la segunda decidimos frenar un poco antes de la primera chicanne ya que en las anteriores habíamos arriesgado demasiado. Conclusión de haber frenado: se aminoró el riesgo pero se empeoró el tiempo, por lo que después de haber sido los más rápidos en el global de las cuatro mangas, con plusmarca en tiempo y salto, no ganamos nada porque la única manga que contaba para algo era la última, en la que nadie batió el tiempo que nosotros teníamos, pero que no nos sirvió para nada. En fin, eso demuestra el sentido de una frase que pronunció hace años el francés Jean Ragnotti: "sólo freno cuando veo imposible pasar a fondo" y aquí se podía pasar a fondo.
Vuelo sin motor, literal.
Dejando aparcados los carretones hasta por lo menos el año que viene (en las carreras que le quedan a mi cuñado no puedo ir con él por diferentes motivos), paso ahora a contarte lo más breve posible pero sin dejarme nada atrás lo vivido durante el rallye de Teror. 
La aventura empezaba cuando el mismo día del último slalom del CDIC recibía una llamada de Aridany Ojeda ofreciéndome correr con él. De manera muy directa y sincera me informa de que ha llamado a varios copilotos pero por unas cosas o por otras todos han declinado su oferta, por lo que recurre a mi como último remedio, más que nada porque no se había acordado de mi existencia y libertad, dada esta por la avería del coche de Osmundo. Le dejo claro mis condiciones para entrenar (poco y cuando mi trabajo me lo permita) y cuadramos unos días para ir la última semana de plazo legal. Nada que contar de esos días, ya que todo es normal con las notas y los tramos. El piloto está conforme y el copiloto también.
Como ya estaba claro que iba a correr y por lo tanto no iría con mis compañeros de Aterura a hacer la seguridad del tramo, decido ayudar a Falcón a colocar todos los "cachos" necesarios y a explicarle a la gente la historia el día de la reunión semanal. También tengo que hacer de "guía turístico" al montón de pilotos y copilotos que me llaman y preguntan por la ceremonia de salida y demás parafernalia del viernes y por el multiparque de trabajo del sábado. Lo hago todo de buena gana por ayudar a la organización de mi rallye...hasta que sale la lista de inscritos y veo que nos han enterrado en la misma y me llevo una decepción. Vale que Ari no ha ganado campeonatos y que este año sólo ha hecho el Santa Brígida, pero el orden de los coches da pena, habiendo incluso semi-debutantes en la zona alta o gente que ronda los 15 primeros en la parte trasera. Ya no es que me queje sólo yo, es que en las administrativas fueron varios los que presentaron solicitud de reubicación, no siendo aceptadas.  Este mal en hacer el orden de salida de los rallyes es una lacra que dura ya varias temporadas, y nadie sabe si es por dejadez o por desconocimiento, aunque yo me atrevo a decir que es por las dos cosas. 
Volviendo a la acción, me gustaría comentar que me llamó la atención lo pequeño que es el coche en el que voy a correr, que por si alguno no lo sabe es un VW Lupo. Al probarme los cintos el jueves por la tarde me doy cuenta de que el espacio es poco pero bien distribuido, por lo que a pesar de ser un coche chico, es cómodo. 
También probando los cascos vuelvo a descubrir que mi casco no va a poder usarse tampoco en este rallye, ya que la centralita de interfonos es de otro modelo y el conector que tengo sigue sin funcionar. Es por esto que tengo que recurrir al amigo Osmundo Ramírez para que me preste el suyo. 
Una vez pasadas las verificaciones sin demasiadas complicaciones ni pegas, aunque si con alguna "investigación" a algunos elementos del coche, me dicen que si quiero ser el speaker de la ceremonia de salida. Evidentemente después de haber trabajado durante la semana para el rallye y recibiendo la recompensa de estar en la parte baja de la lista, no me apetece seguir sacándole las castañas del fuego a la organización, por lo que hablo con Vicente Travieso para hacerlo entre los dos y si puede ser, él mas que yo. De hecho es que tengo que pedir permiso para hacer la ceremonia con mi coche sin el mono puesto, cosa que ya me parece una falta de respeto a mi piloto y los demás. Hago lo que puedo turnándome con Travieso y al terminar me doy cuenta de que el refrán de "no se puede estar en misa y repicando" se cumple, ya que tengo la cabeza en otra cosa y en vez de un presentador medio experimentado como soy, parezco un novato puesto de improviso porque no había otro. 
Llega el día de la carrera y lo primero que hago por la mañana con mi coche es calcular el tiempo que se tarda desde la asistencia en la plaza de Sintes hasta el control horario de salida, situado en "la barraca" de San Matías. No es un parque de trabajo normal, por lo que hay que tener claro el tema del reloj. Muchos no lo calculan y llegan "con la lengua fuera".
Posando  con Ari 
Momento ahora para contar cosas de los tramos. 
En San Isidro 1, llegando al km 4 en el barrio del Ojero, vemos a un comisario agitando la bandera (que significa parar porque no se puede pasar) pero a la vez vemos a la gente haciendo señas de que pasáramos por el carril izquierdo, por lo que le me fío más de la gente y le digo a Ari que pase con cuidado y vemos el Porsche 911 de grupo H empotrado contra un muro de piedras en una curva que tiene un bote bastante jodido. Al pasar la meta y quitarme el casco pienso que la seguridad de este tramo estaba un poco floja, ya que nadie nos dijo en la salida que había un coche accidentado que ocupaba media carretera y luego el comisario agitaba la bandera en vez de ponerla estática. 
En el siguiente tramo saludo a mi mujer, mis cuñados y demás familia en el cruce de Fontanales. Yo los veo a ellos y ellos me ven a mi, lo que me llena de orgullo y alegría, para no repetir la frase típica del rey.
Paso por el parque de trabajo donde se revisa todo y seguimos. El coche va bien aunque el morro va un poco en el aire, nada grave.
En la salida de Los Llanos el jefe de tramo me dice que "hay un charco de aceite en el punto kilométrico 4,1".  Lo apunto en mis notas y salimos. Al pasar por el sitio indicado no hay comisario ninguno, estando la bandera señalizando bastante más arriba. El problema es que después de eso vamos viendo el reguero de aceite...hasta la meta, así que decidimos no arriesgar por si acaso patinara más de la cuenta. El aceite resultó ser del Clio de Jonathan Nuez que tenía el tapón del cárter mal cerrado y no se dio cuenta de nada hasta que se quedó frito, mala suerte para los paisanos. El caso es que el jefe de tramo dijo que era un charco, y realmente eran casi tres kilómetros. Es verdad que la gente mejoró sus tiempos por lo que se ve que no aflojaron, pero nosotros no íbamos a jugarnos nada allí y decidí no apurar al piloto por si acaso. No voy a rajar mucho sobre el jefe de tramo y su equipo, pero debería hacerse mirar (o la FALP decirle algo) que casi siempre que hay cosas mal hechas están ellos por medio. 
En el nuevo paso por Juncalillo-Monte Gusano se desprende en un bache una consola del tablero del coche, que molesta a Ari para cambiar de marchas, así que tengo que ir 12 kilómetros agarrando la libreta con una mano y la consola con la otra. Todavía no tengo claro como me las ingenié para ir pasando las páginas. 
A mitad de rallye vamos bien, entre los treinta primeros y con el coche sano.
Fotón de Rayco Suárez
La segunda parte va a llevarnos a la cruz. En Las Emisoras el coche va como ahogado, no corre como debe y hasta casi la recta larga llegando al final vamos bastante despacio. Algo no va bien. 
En el tramo largo la cosa va mejor, aunque escapamos de romper algo (o eso creíamos) en un bote grande que cogemos al cortar una curva llegando al cruce de Montaña Alta. En ese mismo tramo, antes de meternos en la zona estrecha de Lomo Rivero veo que hay un coche delante. Lo alcanzamos a mitad de subida y... da marcha atrás!!!!. En aquella zona no caben dos coches asi que Ari se tira por la izquierda y con medio Lupo por encima de las zarzas y las retamas adelantamos el Starlet de Bernardo. Lo único que me salió decirle fue "si señor, con dos cojones". Luego supimos que estaban intentando arrimarse para dar paso, pensando que todavía no los íbamos a alcanzar. En ese mismo tramo, que fue el que nos dio por saco como ves, a dos kilómetros de la meta el coche deja de correr y hace como a pararse. Ari dice que no tenemos gasolina, así que afloja el ritmo para no gastarla y poder echar en Artenara... si es que llegamos. Tremendo suplicio fue subir de Jucalillo a Los Garajes. En las curvas de izquierda se paraba el motor y en las derechas daba cabezazos. Visto lo visto y que parecía que allí nos quedábamos, usé la táctica que me enseñó mi amigo Raúl Quesada: acariciar el tablero y decirle al coche "vamos colega, vamos". Funcionó. En Artenara llenamos el tanque y pudimos seguir. Igual te estás preguntando cómo es posible que se acabara la gasolina. Nosotros también nos hicimos esta pregunta, porque a pesar de que la aguja estaba rota y no marcaba, nos parecía imposible que se bebiera un tanque en menos de cien kilómetros. 
En Las Emisoras vuelve a correr poco, achacándolo a la altitud, porque luego se le quitaba.
Tocaba hacer el último tramo, 16.000 metros hasta la meta y bajar a Teror. Quedamos en ir con calma y por mi cabeza pasa la idea de que si no se ha roto nada con toda la leña que le hemos dado durante el día, y si escapamos de lo de la gasolina antes, creo que ya está todo hecho. Craso error. A poco de salir, en un bote minúsculo que ni estaba en las notas, el coche deja de traccionar y Aridany me dice que se acaba de partir un palier. No me lo puedo creer y le hago asegurarme que nos tenemos que retirar, pero él que ha sufrido esa avería muchas veces no tiene dudas. Al llegar al cruce de Montaña Alta nos salimos del trazado y abandonamos. Teniendo en cuenta el momento de la rotura, supongo que dicho palier venía sentido del bote grande la primera pasada por allí, porque me cuesta creer que un eje de ese grosor se parta de cuajo en aquel bache tan pequeño.
Llamamos a la grúa, avisamos a las familias de que estamos bien y se acabó. Ari baja en punto muerto hasta Guía para que lo recojan allí, y yo me subo en el coche escoba para regresar a Teror y así mi piloto no tener que venirme a traer después de descargar el coche en El Toscón. 
El día termina en medio de una rasquera rara por no haber podido terminar el rallye de mi pueblo. No se si será mi ultima participación en él, así que quería llegar a la rampa final. 
Cruce Fontanales con Leti grabando al fondo. Foto: chicharraenmano
Las conclusiones positivas son varias, como por ejemplo que a pesar de ir en un coche nuevo y con piloto nuevo, sigo desarrollando mi labor de copiloto de buena manera, quedando el piloto contento con mi trabajo. Esa es una buena recompensa, además de que me divertí bastante, sobre todo en la zona de Monte Pavón donde el Lupo va de lujo.
Nada más, como siempre dar las gracias en este caso a Aridany Ojeda por llevarme con él, al equipo de A.R.I. MotorSport, a Mundo por prestarme el casco, a Carol por tenerme al día de como le iba a Raúl y Perico en Llanes, a mis padres que llegaron de viaje y fueron directos a la asistencia, a Leti que a pesar de estar encinta (y en cd también :D) no dejó de ir a los tramos a verme pasar y a Tavo, Pris, Geno y Jorge por cuidarla todo el día, a los amig@s que se interesaron y a los muchachos de Aterura que se pasaron 14 horas en un tramo para que los participantes estuviéramos seguros en la carrera. Mención especial aqui para Falcón e Isma Marrero, cada uno por diferentes circunstancias. 
Con mi padre, siempre apoyando
Por último y para despedirme, una reflexión que me ronda la cabeza desde que se publicó la lista de autorizados a salir y que me dio que pensar más aun cuando terminó el rallye por un rollo de la RS. ¿Para qué están los Comisarios Deportivos? Reglamentariamente se sabe lo que tienen que hacer, ahora que lo hagan... es otra cosa.
Saludos. Nos vemos en Pozo Izquierdo a mitad de octubre en el Corolla y recuerda confiar en ti porque si otras veces lo has hecho bien, ahora también lo harás. 


jueves, 19 de septiembre de 2013

II Slalom CDIC 2013. Progresando por la gorra.


Después de varios meses sin dedicarnos a las carreras tocaba ponerse las pilas de nuevo y prepararnos aunque solo fuera mentalmente para volver a ponernos el casco. Es cierto que la bajada de carretones en Firgas sirvió para mantener el gusanillo entretenido pero, aunque se va rápido, no es lo mismo. No es peor ni mejor, simplemente es diferente.
El caso es que la actividad de los slaloms en Gran Canaria se retomaba con la segunda carrera en la Ciudad Deportiva Islas Canarias de Telde, que viene a ser lo mismo que el circuito de Jinámar, de toda la vida.
Una vez publicada la lista de inscritos con todos los datos correctamente (sí, de vez en cuando ponen mi apellido bien) no había nada más que hacer que apuntar la zona nueva del trazado y correr. Eso en lo que a mí se refiere, porque Diego y todo el equipo siempre están alrededor del coche buscando mejorar, cosa muy de agradecer porque la verdad que se nota cuando un coche está cuidado y al día y cuando no.

Como decía, después de apuntar las tres curvas que no teníamos y revisar lo demás, nos disfrazamos de copiloto, escuchamos la charla previa y a correr.
Nada más subirme al coche noto que suena diferente y estoy muy cómodo. Ya ni me acuerdo de la primera carrera en El Pajar, donde casi me “esnunco” de lo mal sentado que iba.
Manga de entrenamientos saliendo desde la grada. Con el trazado acabado de regar y con las lluvias que habían caído los últimos días, bienvenidos de nuevo al rallye de Gales. Comprobamos que las notas estén bien y listo. No pongo ni el crono porque quiero que Diego se tome las mangas de entrenamientos como calentamiento pero sin agobios. Cuando nos toca salir a la primera oficial me doy cuenta de que mi piloto no se ha bajado del coche desde que se subió antes, cuando yo ya me recorrí medio “paddock” hablando con unos y con otros. Eso es buena señal, está centrado en el tema. La primera vuelta sale bastante bien, aunque con cosas que mejorar. Ya se nota que hay confianza en las zonas rápidas. Hay menos barro debido al paso de los demás coches, aunque el asfalto patina demasiado para mi gusto. En la segunda manga para el mismo lado tengo claro que voy a apretar un poco más en el ritmo y la entonación, a ver hasta donde podemos llegar. Nos sale de lujo y mejoramos en 4 segundos el tiempo de antes, que allí dentro es mejorar bastante. En la zona del asfalto después del antiguo arco de salida le canto a Guedes que espere un poco más por la curva porque siempre se mete muy pronto. Me hace caso y se manda una cruzada  espectacular. Me dio tiempo a ver un comisario echar mano a la bandera y prepararse para correr, así que debimos pasar muy cerca de la valla. Como ya dije, el coche suena mejor, corre más y es más estable, así que la mejoría comparada con las carreras anteriores es terrible. 
Toca descansar en lo que le dan la vuelta al recorrido y…riegan. Vaya obsesión tienen con mojar el circuito. Si lleva dos días lloviendo a mares, hace frío y no se levanta ni un gramo de polvo… déjalo quieto hombre. Encima ahora se sale en orden inverso, por lo que somos los 6º y en la de entrenamientos el barro nos llega a las orejas. La pasamos como podemos y la sensación no es buena porque para la oficial volverá a haber barro. De todas maneras hay que salir rápido porque ha habido varios abandonos y tenemos que aprovechar para sumar los máximos puntos posibles en la promoción. Todo va más o menos bien, pero al llegar a la curva de “lafisión” como diría El Crass, frenamos muy tarde y el morro sigue recto. Encima la marcha atrás no entra bien y tardamos más de lo que quisiéramos en salir de aquello. Yo calculo que perdimos 10 o 12 segundos entre el morreo, el apoyo, dar para atrás y seguir. Llegamos a meta y Diego está triste porque hemos perdido todo lo ganando anteriormente. Opino que hay que buscar la manera de terminar con buen sabor de boca, así que en la última manga decido que voy a apretar a mi piloto como si no hubiera un mañana, y lo que tenga que ser, que sea. Vamos muy rápido y se nota. El coche se presta a correr y da gusto. Llegando a la zona baja Diego intenta frenar pero le digo: “sigue sigue sigue sigue…” hasta casi la misma curva. En el asfalto de nuevo cruzada antológica y a tope también por el otro lado hasta la meta, en la que otra vez nada más pasar la pancarta y yo cantar el típico “valeeee” Guedes pega un frenazo que casi me saca por el parabrisas. Lo está cogiendo por costumbre y nos meamos de risa con eso. Antes de bajarnos y en la intimidad del habitáculo le doy la enhorabuena por haber progresado tanto y las gracias por llevarme con él otra vez.
Sacamos las cuentas y no vamos a recibir trofeo, pero debido a las retiradas que antes conté, y también a nuestra labor, faltaría más, terminamos en el puesto 15º de 24 en la general, 2º de la clase y 4º del promoción. No está mal, seguimos sumando. Hablando de clasificaciones, no veo lógico que puntúen los coches que han abandonado, porque entonces no has abandonado. Si te retiras…te retiras. Si rompes en la manga 1 y lo arreglas, pues vale que sigas corriendo, pero sin salir en la clasificación final. Más o menos como el super rallye de las pruebas de asfalto. En los slaloms no es así, tu te rompes, arreglas y al final puntúas. Si en tu clase hay pocos coches sumas una tonga de puntos, sólo 3 menos que un coche que hizo todas las mangas sin cometer errores ni averías o solo 5 menos que el ganador. No tiene lógica, o igual si la tiene pero yo no se la veo. En el WRC antes pasaba eso, y Loeb aun abandonando el primer día, subía al podium el último, así que lo tuvieron que quitar. En cualquier caso está reglamentado así y es lo que hay. Nosotros corremos por pasarlo bien y no volvernos locos, pero tenía que explicar esa inquietud.
Por cierto, el título de esta entrada viene dado porque como ya has leído, seguimos progresando, y porque Diego mandó bordar unas gorras con nuestros nombres y las llevamos puestas todo el tiempo que pudimos, aunque menos del reglamentario, ya que los dos trabajamos con gorra y cuando no curramos nos gusta tener la cabeza al aire. Prometo foto de las gorras, pero aun no la tengo.
Nada más, la próxima cita en los slaloms será el 20 de octubre en Pozo Izquierdo. Aquello es harina de otro costal, y a ver cómo se nos da. Por mi parte el casco me lo pongo este fin de semana para repetir en los carretones con mi cuñado en la tradicional bajada de Teror, y luego el siguiente sábado para participar en el rallye Villa de Teror seis años después de la última vez, ahora copilotando a Aridany Ojeda a bordo del VW Lupo. Si en los carros hay algo digno que contar haré una entrada independiente, pero si no, lo resumiré cuando les cuente lo acontecido en los tramos del rallye de mi pueblo.
Como siempre dar las gracias a Diego y todo su equipo, a los patrocinadores del coche, especialmente al más reciente y que ha invertido para que podamos estar en lo que queda de temporada "El Drago Padel Club",  a mi querida Leti  por acompañarme de nuevo y a ti por perder tu tiempo en leerme.

Saludos y… recuerda que siempre se puede mejorar, sólo hay que querer mejorarlo. 
Foto: Motor 2000

martes, 13 de agosto de 2013

Carretones en Firgas. Empujando...hasta el podium

Hacía unos cuantos meses que no tenía contacto con la velocidad. Desde el último slalom con el amigo Diego en el mes de mayo, apenas había pensado en nada que tuviera que ver con los coches, eso sí, sin perder el contacto ni con el mencionado Guedes ni con Mundo Ramírez, que anda buscando financiación para reparar el GT Turbo y poder estar en el Teror, cosa complicada a día de hoy. El caso es que no pensaba ponerme el casco hasta mediados de septiembre en la vuelta al CDIC con el Corolla, pero mira tú por donde, tuve que ponerme las pilas antes de tiempo.

Mi cuñado Tavo lleva unos años tirándose en los llamados carretones, tanto en Valleseco como por varios sitios de la isla, y resulta que el domingo día 11 había carrera en Firgas, y al tener a su copi habitual lesionado me comentó si quería ir con él en esta prueba. La verdad que siempre he pensado que los que se dedican a este menester son unos locos, y llegué a afirmar varias veces que si alguna vez me tiraba sería con Raúl Quesada, consumado especialista y que goza de mi plena confianza con un volante en las manos, pero algo me picó esta vez que, no sin haberlo pensado detenidamente, le dije a mi cuñado que sí. 
Aquí está la máquina 

Desde el mismo domingo por la mañana nos enteramos que la carrera no es por el recorrido habitual, sino por la carretera general que conduce desde la zona del cementerio hasta el mismo casco de Firgas, cosa que me parece bastante agradable al ser un trazado más llano y sobre todo más ancho que el de todos los años. 
El calor aprieta de mala manera y lo único que pienso antes de empezar es en ponerme a la sombra. Extrañamente en mi, no tenía nervios de ninguna clase, y no me gustaba esa sensación. Reparten los números y nos toca el 7, el dígito talismán de mi padre. Nos ponemos la camiseta oficial del patrocinador (Caresport Teror) y hacemos la cola de salida. Por un momento barajo la posibilidad de ponerme algo de manga larga, pero llevar al sol subido a la pela desde por la mañana me borra la idea de la mente. Bastante es el pantalón largo, el casco y los guantes. 
Nos toca salir, Tavo me da unas nociones básicas de cómo empujar en la salida ya que, aunque lo he visto cientos de veces, nunca me había fijado en la técnica de la tarea.
Al resto de carros les hace la cuenta atrás una chica de la organización. A mi piloto se la hago yo, que para eso uno es un veterano de las carreras, aunque sean de otro tipo. Empujo hasta donde creo suficiente y salto dentro de mi reducido habitáculo para agarrarme a los tubos. En la primera chicanne (que le canto a Tavo en un gesto involuntario) me da la sensación de que vamos a tocar alguna de las gomas que la forman, pero pasamos a toda leche casi en línea recta. Curva larga de izquierdas...casi se me sueltan las manos. Ya ahí me doy cuenta de que tengo que agarrarme más fuerte si no quiero provocar un accidente y partirme cualquier cosa. Menos mal que Tavo me prestó los guantes de la moto y así puedo apretar más. En esa misma curva, el espíritu de comisario de seguridad que tengo hace que me percate de que está todo el mundo por fuera de la valla, y pienso que como algún participante haga un recto por lo que sea, parte dos o tres canillas como mínimo. Ese pensamiento dura poco porque sobre la marcha estamos en la otra curva del trazado, una derecha larga que se cierra al final y que nos escupe contra la parte exterior haciendo que el culo "se espante" un poco y levantando la ovación del público. Segunda chicanne a fondo y meta. Vamos mirando los tiempos y según parece, vamos segundos o terceros. No está mal. Los remontes son momentos graciosos. Es como una subida de montaña en la que se corre hacia arriba y se sonríe hacía abajo, pero en sentido contrario. Vas de pie en el carro, con la cabeza descubierta, la gente te saluda, te aplaude, te critica... 
Para la segunda pasada mi piloto me dice que tengo que empujar más fuerte desde la salida y correr con los pies más lejos del carro. Vamos a ello. Me esmero en hacerlo lo mejor que puedo y vuelvo a saltar dentro del vehículo para ir asomando la cabeza por los lados del backet y así ver por donde vamos. Nunca he entendido la razón de que algunos copis de carretones vayan inclinándose en cada curva. A mi entender, eso más que ayudar lo que hace es desestabilizar, así que me acurruco en el suelo para hacer todo el peso posible y disfruto de la velocidad, que aunque no lo parezca, no es poca. Llegamos a meta marcando casi el mismo tiempo de la primera bajada, lo que nos coloca segundos a pocas milésimas del primero, pero un fallo en el sistema de cronometraje hace que se anule la manga y no se cuente. Queda sólo una, más corta y sin chicannes. Por lo visto la primera era de entrenos, así que con la anulación de la segunda, en esta hay que jugárselo todo. Tavo se pone de los nervios por si fallamos en algo y no terminamos. Lo intento tranquilizar diciéndole que si hicimos dos bastante bien, la tercera también ha de salir correctamente, aunque yo sé que se pone pesimista para calmar los nervios y no porque no tenga confianza. 
Llega el momento. Me pongo el casco y los guantes. Nos toca el turno de salir. En esta manga hay que ir rápido para optar a algo en la clasificación general y después de pasar la meta, hacer un trompo lo más bonito posible para optar a ese otro premio. 5, 4, 3, 2, 1... empujo a muerte desde antes de que se ponga el 0 en el reloj, corro con todas mis fuerzas hasta que vuelvo a saltar dentro de mi sitio. Bajamos super rápido, trazando un poco más fino la última curva cerrada (que también canto como si llevara notas). Le grito la meta a Tavo por si no había visto la célula en su nueva ubicación y mi cuñao pega un volantazo que produce un trompo al más puro estilo Gigi Galli y que levanta una terrible ovación del numeroso público. Ya está. He terminado mi primera carrera de carretones, por lo que sólo me queda por hacer RS y regularidad convencional dentro de las competiciones de las cuatro ruedas. He sido piloto de rallyes y de montaña, copiloto de rallyes de asfalto, tierra y slaloms, comisario de ruta, jefe y subjefe de tramo, jefe de seguridad, cronometrador, speaker, jefe de parque cerrado, copiloto en rutas 4x4, por encima de todo aficionado, y ahora copi de carretones. Mi madre dice que soy un vicioso, y creo que lleva razón.

Una vez terminan de bajar todos los compañeros, incluidos los tribikes y los skates, toca esperar para la entrega de premios. El rumor es que hemos quedado quintos, pero no termino de creérmelo ya que si antes íbamos 2º, ahora tendremos que estar más o menos en el mismo sitio. Entregan los premios y...somos subcampeones!!! Me alegro mucho por mi cuñado Tavo, que le echa montón de horas a este "semi deporte". 
Celebrando con nuestras mujeres

Por mi parte también estoy satisfecho, ya que no había hecho esto nunca y desde la primera curva ya me di cuenta de como funcionaba el invento y lo que tenía que hacer para tardar lo menos posible en cada bajada. Sinceramente, me gustó mucho la experiencia. La sensación de velocidad es buena y la adrenalina fluye como en un rallye o cualquier prueba parecida. El ambiente es también muy similar al de los rallyes ya que antes de la salida hablas con unos y con otros, comentas cosas del coche y el recorrido, criticas y acechas a tus rivales... lo típico. 
Le doy las gracias a Tavo por darme la oportunidad de probar algo nuevo dentro de las carreras. Seguramente volveré a repetir en otra ocasión cuando mi cuñado me lo pida, o cuando a Raúl le haga falta. Tengo curiosidad por saber que se siente en bajadas mas empinadas, estrechas y bacheadas. Gracias también a Pris y a mi maravillosa mujer Leti, que aguantan nuestra pasión por la velocidad como si también les gustara a ellas jeje.
Al final, paella de la organización y bocata de la Bolera de paso "parriba". 
Si todo va como debe, la próxima vez que me ponga el casco será en el circuito de Jinámar el 15 de septiembre.
Ya lo dije al terminar el Santa Brígida en abril de este año y lo repito ahora: confía en tus posibilidades y todo saldrá bien. Yo lo volví a hacer y a la vista está el resultado.
Saludos. 
Gracias.


lunes, 10 de junio de 2013

Villa Joiosa 2007, una experiencia inolvidable.

Antes de que leas esta crónica, ten en cuenta que la escribí en marzo de 2007. Te introduzco en ella comentándote que al ganar el Desafío 2006 en Canarias, nos dieron como premio disputar la primera carrera del nacional con el mismo coche con el que corríamos aquí.          

Esta vez tengo intención de hacer la crónica como si fuera un diario.  Espero no olvidarme de ir apuntando cosas durante la estancia en Alicante. Con todo lo que tendré entre manos es posible que me despiste, pero intentaré que no sea así.

-Jueves 15 de marzo de 2007.
Todo está medianamente preparado. La logística del viaje está lista y confirmada. El 206 y el furgón parten mañana hacia Valencia. Raúl lleva toda la semana modificando en el coche los elementos necesarios para estar en regla con la normativa del campeonato nacional. Sigo sin saber si alguien estará en la ciudad del Turia esperando el barco para recoger el furgón con el Peugeot a cuestas y llevarlo a buen recaudo hasta nuestra llegada. Eso será el miércoles a mediodía, si Iberia quiere. Estoy a medio preparar la maleta desde hoy. Si podemos, queremos llevar todo lo posible en el furgón de asistencia, para tener menos bultos que llevar en el avión, por lo que habrá menos posibilidades de que nos pierdan algo.

- Viernes 16 de marzo de 2007.
Llevo la maleta de ropa y la vestimenta de competición al taller de Raúl para que lo meta todo en el furgón. En Trasmediterránea me dicen que el barco está averiado, y acumula más de un día de retraso. Empieza el follón.
-17:30.
No hay manera de que atiendan el teléfono en las oficinas de la compañía marítima, por lo que decido bajar al muelle para informarme del estado del barco y la hora estimada de salida hacia la península. Al hacer las pertinentes preguntas me comentan que si tenemos todos los papeleos realizados y el OK de aduanas. De ese trámite no sabíamos nada. La gerencia del Desafío, que se encargaba del tema, nos había dicho que todo estaba cerrado, pero que fuéramos nosotros los que confirmáramos la salida del buque. Tras algunas llamadas, el mundo se me viene encima. No hay ningún papeleo hecho, es viernes por la tarde y los sábados las agencias aduaneras no abren. Sigo tirando de móvil para buscar la solución.
-20:30.
Estoy metido dentro de mi coche viendo pasar la gente que pulula por el muelle. Llevo dos horas allí y la última media, esperando que suene el teléfono con la solución al problema. Me llaman. Me dan instrucciones para el día siguiente poder solucionar el problema. No está del todo claro lo que va a pasar. Nos piden disculpas por el fallo de mil maneras distintas, supongo que… por si acaso nos quedamos en tierra.

-Sábado 17 de Marzo de 2007.
A las 7:45 estamos de nuevo en el muelle de La Luz y Las Palmas. Tenemos las instrucciones claras.
-09:00.
Llega nuestro contacto, el señor Antonio Hernández. Es su día libre pero el hombre viene sólo para atender nuestro caso. Conversaciones, gestiones, papeleos…vamos bien. Octavio se va con este hombre a una agencia de aduanas que va a abrir expresamente para nosotros. Parece ser que las gestiones tramitadas el día anterior por la gente de Gran Canaria Motor están bien hechas.
-12:00.
Ya tenemos todos los papeles en la mano. Falta rellenar unos formularios, pero de eso tiene que encargarse Peugeot porque deben llevar el sello de la empresa. Nos dejan pasar por alto ese detalle y que los podamos entregar el lunes. El jefe de carga del buque nos comenta que debemos esperar a última hora, ya que al llegar así de repente no tiene hueco para nosotros y sólo podremos meter nuestros vehículos al final del todo.
-14:00.
Octavio entra el furgón con el remolque y el 206 encima en el Super Fast Galicia. Ya nos podemos ir, aunque falta saber dos detalles muy importantes: ¿Cuándo sale el barco? ¿Y cuándo llega a Valencia? No tenemos respuestas. Según parece, salía esta noche hacia Tenerife, mañana volvía a Gran Canaria para terminar de reparar ese motor averiado, y el lunes partía hacia Cádiz para hacer la ruta peninsular. Según nuestros cálculos, siendo así llegaría al destino el jueves por la mañana, justito a tiempo. De todos modos, no es seguro que se cumplan esos horarios, igual son mejores... o peores.
Nos vamos del puerto sin saber a ciencia cierta que va a pasar con el coche. Igual llegamos allá con todo preparado y… no tenemos montura para correr.
Ahora toca esperar a ver que pasa y seguir preparando el resto. El miércoles por la mañana sale nuestro vuelo.
-Lunes 19 de Marzo de 2007.
Lo más destacado de hoy es que hemos terminado de arreglar el papeleo relacionado con la agencia de aduanas. También que el barco y por consiguiente el 206 sigue en Gran Canaria. Desde la compañía nos dicen que durante esta noche saldrá hacia Cádiz y que el miércoles por la noche llegará a Valencia. Confiemos en que sea verdad. Mañana se presenta el Desafío Canario 2007 conjuntamente con nuestra aventura alicantina. A ver que pasa.

- Martes 20 de Marzo de 2007.
El barco salió anoche a las 2 de la mañana, por lo que según dicen, estará en Valencia el jueves por la noche. Sigue leyendo y sabrás si decían "verdades o mentiras".

- Miércoles 21 de Marzo de 2007.
Suena el despertador a las 5 de la mañana. A las 6 estamos en Gando y a las 10:30 hora peninsular en Barajas, donde tenemos que esperar dos horas debido al retraso que sufre nuestro vuelo hacia Alicante que fue el peor vuelo de mi vida. He tenido la suerte de por unos motivos o por otros viajar a muchos lados, pero nunca había tenido un vuelo tan movido como ese. Siendo sincero puedo decir que pasé miedo.
Una vez en Villajoyosa hacemos tiempo hasta que se haga la hora para retirar la documentación y el GPS de entrenamientos. La ciudad es pequeña, y tiene una playa de arena dorada, parecida a las de aquí que bordea su costa. Nos vamos a dormir, que mañana será un día durísimo.

-Jueves 22 de Marzo de 2007.
A las 8 menos cuarto de la mañana estamos en el control de salida de Tudons 1 para empezar a entrenar. Coger notas y repasar la sección de la mañana nos lleva 6 horas. Cogemos las notas rápido para no perder tiempo. A las 14:00 tenemos que parar un rato a comer, ya que no podemos volver a los reconocimientos hasta las 15:30. Por la tarde es lo más duro. Se hace más complicado estar concentrado y apuntar rápido. Acabamos con el tramo largo a las 20:25, justo 5 minutos antes del cierre de plazo. Vamos al Club Náutico a entregar el GPS. Cuando me bajo del coche me duelen las rodillas, la espalda, la cintura, el cuello, los ojos, la cabeza y por supuesto, la mano. Muchos kilómetros en poco tiempo, una locura. Por cierto, son las 22:00 y el coche acaba de salir de Cádiz hacia Valencia. Dicen que tarda 24 horas. A estas alturas nos tememos lo peor. Sobra decir que he tenido que presentar un escrito advirtiendo de nuestra ausencia en el shakedown por un motivo simple: no tenemos coche.

-Viernes 23 de marzo de 2007.
Octavio, Óscar, Antonio, Mina y Raúl parten hacia Valencia muy temprano, con el fin de arreglar todo el papeleo antes de que llegue en Super Fast Galicia. Mi madre, Carol y yo decidimos hacer turismo para aliviar tensiones. Visitamos Alicante y Jijona, la tierra de los turrones. El “Museo del Turrón” esta cerrado, y me quedo con las ganas de probar alguno del “blando” en pleno marzo y en la misma fábrica.
Las noticias desde el puerto de Valencia no son buenas. El barco no ha llegado y los papeleos son interminables.
-15:00. El barco atraca en Valencia. Si fuera sacar el coche y partir hacia la Vila llegaríamos a tiempo a verificar, pero no es así. Saco otro escrito de mi mochila, esta vez para pedir permiso para verificar fuera de la hora establecida.
-17:00. Los aduaneros y estibadores del muelle valenciano no trabajan los viernes por la tarde, así que… no descargan el barco. Octavio mueve cielo y tierra, negocia, convence, engaña y de todo al personal de los estibadores para que saquen la carga. Nuestras pertenencias están en el fondo del barco, aunque entraron las últimas antes de partir.
-19:00. Siguen sacando camiones que nos estorban. Cuando el furgón ve la luz con el 206 en el remolque viene el último trámite, el control policial de salida del puerto.
-20:00. Otro escrito más, este para que se nos permita “escaquearnos” de la ceremonia de salida.
-20:45. La expedición va de camino. Octavio casi tiene que quedarse en las dependencias policiales después de discutir con un Guardia Civil.
-21:30. Los Comisarios Deportivos nos autorizan a verificar a las 22:30.  
-22:15. Llega el coche a Villajoyosa. Ni me lo creo. Nos verifican rápido, sin fijarse demasiado en nada, mejor así.
-23:30. Después de cenar, subimos a Terra Mítica a montar la asistencia. Lo hacemos contentos, pero cansados. Ha sido un día durísimo, sobre todo psicológicamente.

-Sábado 24 de marzo de 2007.
Nos levantamos a las 6 de la mañana. Estoy malo del estómago. Antes de salir del hotel vomito dos veces. Ya en el Parque de Trabajo, tengo que ir al baño en un par de ocasiones. No sé si serán nervios o que algo de la cena me sentó mal. Me parece que las dos cosas.
Llega la hora de la verdad. Salida del tramo 1, Finestrat. No se nos da mal del todo. Me quedo perdido en una nota porque me equivoqué al pasar la página de la libreta, pero cogí el hilo rápido, casi ni se notó. Nos sorprende la cantidad de tierra que hay en la carretera. Al final, fue de lo más normal durante todo el día. Llegando a la meta del tramo 3, Raúl me dice que la tercera velocidad está rascando. Empiezan los problemas.
La primera asistencia es muy corta y no da para nada, por lo que volvemos a repetir la sección, ahora con una valvulina más espesa. Finestrat sale muy bien, pero los otros dos… no tanto. Hay que tener cuidado con el fallo de la caja de cambios, por lo que el ritmo es más lento y los tiempos suben. En el cambio de sentido del rallye la asistencia es más larga. Volviendo a revisar la caja, hay otro fallo. El tensor de la correa esta suelto. Sobra tiempo, pero hay que darse prisa por si acaso. En la salida del tramo de Callosa, nos dicen que hay una guagua (autobús allí) en medio de la carretera, pero no estorba. ¿Está en medio pero no estorba? ¿Cómo es eso? Al final estaba un poco metida en la carretera, pero fuera de la trazada. La tercera marcha va bien, pero la segunda da la lata más de la cuenta. No somos optimistas. Acabamos la sección y Raúl me dice que se ve capaz de mantener el coche siempre en tercera para conseguir acabar. Así será.
Sólo queda un tramo. En un rallye canario, con sólo un tramo por delante lo normal sería que no pasara nada pero… este tenía 52 kilómetros. Al salir aun es de día, pero se ve poco. El ritmo no es malo ya que la carretera permite prescindir de la 2ª. Casi en la mitad del recorrido encendemos la parrilla de faros, lo que me facilita el trabajo. Ahora empieza lo complicado. El asfalto es muy bacheado, roto, con cunetas que hay que pisar con medio coche en un clarísimo “CORTARRRR”. La libreta se me mueve, la cabeza se me mueve, el flexo se me mueve… todo se me mueve, y rápido. Tengo que mantener la libreta firme, ir colocando el flexo, agarrar el lápiz para que no se me caiga, mantener la concentración y sobre todo, mantener el ritmo. Cuando pensaba que ya no podía más, me faltan todavía 15km. Al final, en una bajada de vértigo llegamos a la meta con un tiempo de 37 minutos y 19 segundos. Que pasada!! Me duelen las manos y tengo calambres en los brazos. 
Vuelta a Terra Mítica y al podium final… o casi.
Entramos en el Náutico de la Vila Joiosa y aparcamos. Nos ponemos a esperar a que nos llamen para pasar por el podium pero… no. Entregaron los trofeos a los ganadores y… más nada. Le digo a Raúl: “ayer no hicimos la salida y hoy no hacemos la llegada. Acabamos de correr un rallye sin pasar por la rampa ni una vez”. Cuando se despeja la zona, nos subimos al podium y sacamos fotos, aunque sea para el recuerdo. Se acabó el día. Nos vamos a la cama, que es lo que pide el cuerpo.

-Domingo 25 de Marzo de 2007.
Cuando me levanto de la cama no puedo ni caminar. Los dolores me invaden desde la cabeza a los pies. Llego a la conclusión que ya sabía, de que no estoy preparado físicamente para un esfuerzo tan grande. Desayunamos todos juntos casi sin hablar, pero tirándonos bolas hechas con migas de pan. Estamos contentos. Ahora toca regresar a Canarias. Volamos hasta Barcelona sin problemas, y casi sin retraso, partimos hacia Gran Canaria. Cambio de hora a 10mil metros de altitud.
-19:10: Llegamos al aeropuerto de nuestra isla. Casi sin que coloquen la pasarela para salir del avión, salgo corriendo. Tengo que estar en Teror dentro de 50 minutos vestido de canario para cantar con La Parranda. Llegué a tiempo.

No me apetece extenderme mucho más, que ya está bien. He intentado resumir al máximo todo esto, pero es imposible hacer la crónica más pequeña.
Antes del capítulo de agradecimientos, saquemos la conclusión de todo esto.
Lo primero es que, si vas a Villajoyosa o La Vila Joiosa, tienes que pasarte por el restaurante italiano “Gusta Pizza”. Hay de todo y se come bien. Fuimos todos los días.
Y luego pues bueno, la experiencia que se adquiere en un rallye de este estilo en nuestras circunstancias deben valer para mucho, sobre todo para tener mucha seguridad en las carreras de nuestra tierra. Si fuimos capaces de no perdernos en los enlaces, no penalizar y tener buen ritmo en los tramos, habiendo dado sólo dos pasadas por tramo, seremos capaces de hacerlo bien en Canarias, o eso espero.
Hablando del hans, decir que a mi me parece una pieza muy buena. No sólo por la prevención en caso de accidente, sino porque te ayuda a relajar el cuello para mantener la cabeza. Como los enlaces eran muy justos de tiempo, yo me ponía casco y hans en el parque de trabajo y me lo quitaba en la vuelta a la asistencia, y tan cómodo que estaba.
¿Recuerdan que el año pasado, al quedarme ronco, decía que tenía que comprar un casco mejor? Este año lo tengo, y estoy privado con él.

Toca agradecer.
Empiezo por mi familia y mi padre que estuvieron  pendientes, mi madre que estuvo allí conmigo. Mis amigos, que llamaron y mandaron mensajes a medida que iban sabiendo de nuestras andanzas. Igual también que los amigos de Raúl. Su familia, que como siempre, me trata como uno más.
A los componentes de TDC que no pudieron ir, pero estaban con nosotros.
A Jonathan “el carpin”, que ahora vive en Barcelona, y bajó en guagua para ayudar en la asistencia.
A Óscar, que estuvo al pie del cañón para que todo fuera bien en el coche, a pesar de arrastrar problemas estomacales durante toda la semana.
A Ramón Gené y Aleix Astudillo, compañeros de equipo.
A Juan Ignacio Díaz, que “metió mano” para que nos permitieran no hacer la ceremonia de salida y verificar por la noche.
Me quedan dos, los mismos de siempre.
A Raúl por regalarme la oportunidad de debutar fuera de Canarias y saber llevarme hasta la meta.
A Octavio. No voy a explicar todo lo del muelle otra vez, ni todo lo que hace por nosotros.
Para terminar con esto, y aunque parezca o sea autopeloteo, quiero dedicarme el éxito a mí mismo.
Lo pasé bastante mal entrenando, cogiendo notas rápido y luego cantando sin saber si estaban bien o no, o si estaba perdido o no. Tuve que luchar contra la organización para que nos permitieran llegar tarde. Tuve que tener el casco puesto todo el día, porque no me daba tiempo de quitármelo. Anduve casi 3 días pendiente del Road Book para saber por donde ir. En el último tramo me costó mucho estar a la altura de las circunstancias, pero lo conseguí.
De todos modos, todo lo que yo hago, hice y haré, no tiene validez sin Raúl y el resto del equipo.

Lo próximo que haremos será el Rallye de Canarias, aunque… igual podemos estar con el AX en el Rallye de Lanzarote de tierra. No sé que pasará. Sea donde sea, después de correr el Rallye Vila Joiosa, estamos preparados para lo que venga.
Gracias, saludos.


miércoles, 8 de mayo de 2013

I CDIC 2013. Apellido embarrado.


Muy buenas. Les cuento en esta entrada como fueron las cosas en el slalom del CDIC del domingo 5 de mayo, aderezado con algo de lo acontecido en el Gran Canaria Historic Rallye.
El fin de semana empezaba el viernes por la tarde cuando nada más comer teníamos que salir para Agüimes a echar una mano en la organización del mencionado rallye histórico. Hasta última hora estuvo en duda mi presencia debido a unos problemas estomacales que arrastro desde hace semanas. Finalmente quise y pude estar, por lo que me tocó hacer de subjefe de tramo en los controles stop de La Era del Cardón el viernes y de Ariñez el sábado. De lo que fue la carrera en sí no hay mucho que destacar, aunque me llamó la atención que tuviera que mandar a parar al coche escoba en las cuatro pasadas por mi tramo. Por si alguien no está puesto en el tema, “el escoba” tiene que parar a recoger la hoja de tiempos que le debe entregar el cronometrador de stop. El problema no es que casi no parara, sino que el conductor se puso en actitud “chulesca” al solicitar que se detuviera allí. Lo peor de todo no es ni que casi no parara ni su actitud, sino que a este “conductor de primera” le suelen dar responsabilidades en determinados rallyes y siempre acaban recibiendo quejas por como las lleva a cabo, y aun así siguen contando con él. En fin, donde manda patrón…y en la mar nos encontraremos. Por cierto, al rallye en sí le pongo un 8 de nota. Me gustó la idea y como salió la cosa, por lo menos desde el punto de vista de un aficionado colaborando con la seguridad.
Lo que de verdad nos ataña en esta entrada del blog es el slalom del circuito de Jinamar, y a eso vamos.
Desde el principio las cosas se torcieron levemente debido que al salir la lista de inscritos no estábamos en ella. Sobra decirte que habíamos hecho el papeleo en tiempo y forma, recibiendo incluso confirmación de ello por parte de la Federación. Intento resolver el tema para que no nos dejen fuera y tras dos días esperando, se consigue, aunque en la lista seguimos sin estar porque la web oficial tiene un fallo y no aparece dicho documento, así que vamos a correr una carrera sin estar en la lista, con el número 31 en las puertas habiendo sólo 22 coches.
El día de la carrera nos damos un paseo por el circuito para coger notas y apuntar lo más destacado, confirmando que coger notas caminando no sirve de mucho porque al pasar en el coche la cosa cambia como de la noche al día, pero caminar es la única opción que tenemos y menos es nada. Con la libreta llena de garabatos vamos a pasar las verificaciones administrativas y se nos informa de que como no estábamos en la lista, no se ha hecho número para nosotros, por lo que tenemos que coger el del coche 0, recortarle un trozo y ponerle encima un 3 y un 1. Menos mal que Javi Guedes aprobó plástica y pretecnológica en todos los cursos y se curró un trabajo manual de escándalo, quedando el número como si fuera nuevo.
Las mangas saliendo desde la grada se resumen comentando que la de entrenos la hacemos muy tranquilos, cometiendo un fallo en un zigzag que no se veía bien y al que llegamos algo rápido. No pasa nada, marcha atrás y seguimos. En el asfalto, con las ruedas llenas de barro el Corolla se va de atrás y casi hacemos un trompo, aunque Guedes lo controló a tiempo y la cosa no pasó a mayores. La primera oficial sale mucho mejor. Vamos rápido y el tiempo es bastante aceptable. En ese momento creo que podemos estar cerca de la pelea por el pódium de la clase 4, pero en la segunda nos sacan bandera “medio estática” por un Golf que se había parado. Como el comisario no agarró la tela de la bandera para dejarla estática del todo sino que solo mantuvo el palo y el aire hacía ondear el trapo amarillo, durante el tiempo que tardé en ver que el Golf estaba bien apartado no supe si decirle a Diego que siguiera o parara, por lo que esos segundos de duda nos hicieron levantar el pie más de lo normal y perder un tiempo muy valioso.
En el cambio de sentido comento con la organización si van a regar el trazado y me dicen que no saben. Opino que no hay mucho polvo (ya que el trazado está muy descuidado y super duro, por  lo que apenas hay tierra) y que si no riegan será mejor para todos. Se ve que no tienen en cuenta mi consideración porque el camión sale a regar pero… no riega. Se queda parado durante por lo menos diez minutos en un mismo punto. Desde lejos no se aprecia que esté soltando agua. Lo sacan de allí y lo retiran.
Salimos desde las naves de ART y nada más comenzar la de entrenos, al pasar del asfalto a la tierra casi nos volcamos al subirnos a un trastón. La cuba estuvo regando… en el mismo sitio durante todo el rato que estuvo parada. Imagínate los charcos y el barrizal. Al llegar allí siendo los segundos en salir, el coche hizo lo que le dio la gana y casi viramos las ruedas pal cielo. Lo más curioso es que por la parte de dentro del circuito pero en ese mismo punto también hay barro en cantidades industriales. No entiendo qué pasó con el camión ni lo que hizo, pero que nos perjudicó sí que me quedó clarito. La primera oficial la hacemos teniendo mucho cuidado en la zona embarrada que podría llamarse “Lombard Rallye Rac de Gales”, quizás demasiado cuidado. Perdemos tiempo y el registro en meta es bastante malo. En la última apretamos para terminar con buen sabor de boca y que Dieguín se vaya contento. La mejoría es brutal y el tiempo vuelve a estar más o menos cerca de los rivales.
Al terminar nos hacemos fotos tipo rampa de llegada para celebrar que el coche está entero y nos podemos apuntar otra meta más al CV de las carreras.
Ya hemos hecho dos slaloms este año, el primero de toma de contacto y el segundo de adaptación. En el tercero habrá que salir mucho más rápido y arriesgando bastante más. Creo que así es como se deben hacer las cosas, yendo paso a paso y con cuidado. De nada vale salir como locos en la primera carrera sin conocer el coche ni la tierra, ya que las probabilidades de darte una castaña son muy altas. En la siguiente prueba también habrá posibilidad de dártela, porque siempre hay, pero te aseguro que el porcentaje es mucho más bajo que a primeros de abril, fecha del debut en El Pajar.

Termino comentando algunas cosas curiosas. Primero hago mención sobre la cantidad de problemas que tuve con FALP en esta carrera. Se les traspapeló mi inscripción, cuando me ponen en lista el servidor de la web falla, luego no hay número para nosotros, riegan sólo un trozo dejándolo embarrado cuando yo había solicitado que no regaran, y en la clasificación final me ponen mal el apellido, cosa a la que estoy acostumbrado pero nunca dejará de darme coraje. Supongo que todo esto sumado a la pérdida de mi recibo de ingreso en el Santa Brígida, son casualidades y que le puede tocar a otro como en este caso me pasa a mí, pero da que pensar. Por cierto, lo aclaro aquí por si acaso. Mi apellido es ROSARIO y no Del Rosario. Entiendo que este último también es un apellido, pero nunca he oído que a Luis del Olmo (el de la radio) le digan Luis Olmo, o a José Ángel de la Casa (el de la tele) le digan José Ángel Casa, o a Sergio Ramos le digan Sergio dos Ramos, como a Avelino, que si era dos Ramos.
Espero que alguna vez en la vida dejen de cometer ese fallo con mi apellido, cosa que no creo que sea tan difícil.
Después de esta “perreta” genealógica, me despido dando las gracias a todos los que me siguen en el blog, a los que fueron a la carrera a vernos pasar, a mis padres y Leti que estuvieron allí, al equipo de PMR Automoción que no sólo bajó el sillón del Toyota para que yo no fuera dando campanadas contra las barras como en Arguineguín, sino que resuelven lo que haga falta sobre la marcha. Agradecimiento a Diego Guedes por llevarme con él en mi carrera número 50 como copiloto. La verdad que llevo montón de años corriendo pero tampoco he hecho tantas, aunque han sido todas bastante intensas.
Nada más, me despido aprovechando para dar las felicidades a mi primo Ale por su reciente aprobado. En principio no volveré a ponerme el casco hasta después del verano, pero igual cuelgo alguna entrada hablando de otra cosa de los rallyes que no sea correr, y también tengo pendiente poner la crónica del Vila Joiosa 2007, que fue una odisea terrible pero un recuerdo imborrable.
Saludos.