Muy
buenas.
Esta
entrada no tiene otro fin que desearles a todos que este nuevo año
sea positivo.
Por
mi parte 2018 ha tenido de todo, aunque como siempre hay que hacer,
lo positivo ha de prevalecer sobre lo malo, así que me quedo con la
buena gente que he conocido, con haberme subido en un Porsche y haber
vivido las sensaciones que transmite un coche de mas de 400 caballos
de potencia, con haber ganado tramos, con haber ganado rallyes, con
haber ganado un campeonato absoluto, con haber ganado el rallye de mi
pueblo, con haber disfrutado de la tierra en Fuerteventura…
La
verdad que no me puedo quejar, y teniendo tantas cosas buenas que
guardar no quiero ya ni pensar en las malas, que lógicamente también
las ha habido. Está claro que para según qué cosas hay que pararse
a meditar en si todo lo bueno logrado compensa lo malo sufrido, y lo
más probable es que la respuesta sea que no, pero nadie dijo que la
vida fuera fácil.
Por
mi parte, si de carreras hablamos, he decidido tener la idea inicial
de tomarme un año sabático y quizás que el sabatismo me dure ya
para siempre. Mi intención es poder ir a ver todas las carreras que
pueda y disfrutar desde fuera tanto o más (seguramente más) que
desde dentro. Para empezar, voy a permitirme el lujazo de estar en
el rallye de Montecarlo a finales de enero, y a partir de ahí
seguiremos buscando una buena piedra donde sentarme a ver coches
pasar mientras como pipas.
Lo
podemos llamar cansancio, desencantamiento o lo que sea, pero siento
que habiendo ganado el rallye de Teror con el remate de ser campeón
provincial, he tocado techo en mis aspiraciones y que ya no necesito
correr, como sí me pasaba hasta ahora.
La
única circunstancia que cambiaría mi planteamiento sería que en
algún momento del año que viene o de los que vienen detrás, mi
amigo Raúl Quesada necesite de mis servicios, porque si te llama un
amigo para lo que sea, hay que estar, que para eso son los amigos. Para el resto de amigos (que no son muchos) sólo estaría disponible en algún caso y circunstancia puntual, y para el resto del mundo (incluido Loeb aunque el mono de Elena me quede bien) diría que no.
Como
decía al principio, ahora lo importante es que el 2019 nos traiga a
todos cosas buenas, y si no las trae, que por lo menos nos de
serenidad para encontrar algo positivo en lo malo que venga.
Muchas
gracias a todos por haber seguido el blog
durante este tiempo. Para mí ha sido un placer contar las historias
de un copiloto que corra o no, nunca dejará de serlo.
Nos
vemos en las carreras, porque a los bares yo ya no voy!!!!
PD: Si puedo y me acuerdo, a la vuelta del Turiní te cuento cómo nos fue esta aventura.