miércoles, 9 de noviembre de 2022

RALLYE DE MASPALOMAS 2022: DUDAS EN LA OSCURIDAD

Hola.

Dadas las circunstancias que hicieron que se juntaran dos rallyes en la misma semana, voy a publicar dos entradas independientes, con el desfase en el tiempo que eso conlleva, saliendo la crónica del Maspalomas cuando debía ser la del Teror, quedando la del rallye de mi casa para más adelante, espero que sea pronto.


La carrera del sur, la que siempre nos queda lejos y la que históricamente siempre me guarda algo para recordar. Podríamos ir una por una desde la primera que hice en 2003, pero nos quedaría muy pesado todo esto. El caso es que siempre (o casi siempre por si acaso) en el Maspalomas me pasa algo, hasta cuando lo gané estando afónico, y este año no iba a ser menos.


Siendo tan lejano de casa, al complejo diseño del rallye y la poca disponibilidad que yo tenía, fuimos a entrenar poco, muy poco. Horas si que echamos, pero no cundían nada. En ir, darle 2 pasadas a cada tramo y volver, se perdían casi siete horas, cuando lo normal es que en ese lapso de tiempo el rendimiento sea de hasta 10 repeticiones en otro tipo de carrera y en otro sitio. En cualquier caso, con la poca preparación que teníamos había que correr, así que a por ello… más o menos.

Como anécdota más destacada podemos contar que una noche entrenando, después del interminable enlace del Aqualand a la salida de Ayagaures donde no hay muchas farolas, íbamos comentando que si seríamos capaces de ver dónde era la salida, y cuando doblamos una curva, justo la que daba a donde empezaba el tramo, vimos lo que parecía casi un lupanar con un montón de iluminación que nos sirvió de clara referencia, aunque luego el día del rallye Ale se quedara dudando.


Semana del rallye. En la zona de medianías donde yo me muevo circula un virus de estómago que tiene a media población en el baño vomitando y la otra media, cagando. Yo, que padezco de males de barriga desde que tengo uso de razón, no me iba a quedar atrás. Paso tres días al borde de la muerte, llegando a tener que ir a urgencias para pinchazos varios. Ale también lo coge y a final de semana pasa por las cercanías de la vasija más de lo que le gustaría. 

Que malo es estar malo

El viernes llegamos a Meloneras algo flojos y yo con el rallye bastante poco controlado, ya que no encontré tiempo ni fuerzas para sentarme a revisar la documentación correspondiente. Encima está previsto que haga mucho calor, por lo que mis expectativas no son muy esperanzadoras.


Entre verificaciones con retraso y ceremonia de salida bien entrada la noche (sin haber cambiado todavía la hora), ambas cosas con poca luz, acabamos a las tantas. Mi día ha sido bastante malo, pero de buenas a primeras, cuando me entero del sitio en el que vamos a dormir, se me quitan todos los males. La nostalgia a veces hace que uno se sienta deprimido y le duela todo, pero en otras ocasiones saca recuerdos bonitos y felices y supone un chute de energía. Entrar por la puerta de Cay Beach Princess, donde pasé tantos veraneos, fines de semana y demás fechas de asueto, me transportó a otra época, a toda una vida. No hubo tiempo de meterse en la piscina ni de disfrutar del complejo, que me pareció tan cuidado y bonito como ha estado siempre, pero el simple hecho de estar allí me hizo dormirme en paz… porque todavía no sabía lo que se venía. 

Mi lugar de vacaciones

Día de carrera. Vamos a ver que pasa. Nos vale quedar quintos para obtener virtualmente el título de campeones del Clio Trophy Canarias, así que vamos a probar con los reglajes que Alejandro y Judith usaron en el rallysprint de Arucas y tan buen rendimiento les dio. Además, para testar otras cosas ponemos ruedas de diferentes compuestos. Debido al tipo de carreteras, las altas temperaturas o lo que fuera, resulta que el coche con esta configuración es una cesta. Se escapa del culo, morrea, esquía, desliza… y al no tener casi nunca la trazada correcta, da la sensación de que corre menos, aunque eso también puede ser por el alto calor reinante.

Todas esas cosas raras que iba haciendo el coche y que Ale paliaba como mejor sabía, fueron haciendo que yo me despistara y no fuera todo lo concentrado que debía ir. En la zona de los camellos, entre Fataga y Arteara por la que se pasa a toda velocidad, noto algun movimiento del vehículo que me hace adelantarme al cantar notas y no ir en el sitio. Mi piloto me informa del error (que yo ya iba viendo también) y me sitúo de nuevo unos metros por delante para seguir hacia la meta. No es un fallo grave, no es una pérdida total, no me quedé atrás… además se veía bien el recorrido y no induje a dudas al chófer, pero… no me había pasado nunca en tantos años de copiloto. Al cruzar la meta pido disculpas y me sumo en un mundo oscuro donde todo lo malo sale a flote y ya no quiero correr más, pero tengo que seguir. El menor de los Martín me dice que me destrabe, que no pasa nada y que siga como siempre. Al llegar a la salida de Ayagaures, con tanto furgón y camión de servicios, Martín el chico se desorienta y me dice: “¿¿y esta salida aquí?? Yo estaba seguro de que habíamos apuntado todo bien, pero ya venía descolocado de antes, así que dudo, aunque sí que era allí, todo correcto. Ese tramo me sale bastante bien y me sirve para coger algo de confianza.


Pasamos por la asistencia, reducida al mínimo para paliar los retrasos que lleva el rallye y seguimos. No dio tiempo de poner todo el coche como queremos que esté, pero algo se cambia. Veremos si funciona. El enlace a La Era del Cardón es holgado de tiempo y además nos dicen que el tramo está retrasado. Estando parados casi media hora esperando para ir al control horario veo como pasan números de la lista que deben picar su tiempo muchísimos minutos después que yo, así que vuelvo a tener dudas. Ya no sé si habré sumado bien o si estoy cagándola otra vez. Reviso la operación una tonga de veces y le pregunto a los compañeros su minuto de entrada para cotejarlo con el mío. Estoy seguro de que lo tengo todo bien hecho, pero claro, con tanto coche acercándose al tramo quizás haya atasco a la hora de llegar, así que dudo otra vez, ahora de si quedarnos esperando o arrancar. Vaya día llevo. El tiempo de espera ya para salir a correr, con el casco puesto y bien amarrados en el coche, treinta y pico minutos a 40 grados. Todo mejora, por momentos… joder.

Cambiamos las ruedas de alante a atrás en un tiempo récord (con ese gato y la pistola hasta yo parezco mañoso) y de nuevo el paso por el tramo que acababa en Monte León se nos da bien y nos hace coger confianza, aunque los tiempos siguen sin salirnos como queremos.

Otro parque de trabajo con no demasiado tiempo y ahora sí el coche queda como nos gusta, como fue en los anteriores rallyes de la copa. Espirales duros y ruedas duras también.


Quedan sólo dos tramos, pero tienen bastantes kilómetros y con el triunfo de los Clio aparentemene asegurado, tenemos la consigna clara de ir a por el quinto puesto de la general. Si lo conseguimos, también ganaremos la monomarca del rombo.

Nada más salir en el pozo rojo de Los Cuchillos ya se nota que el coche es otro. Imprimimos un ritmo fuerte en Las Vallas, una de las zonas más ténicas y reviradas de la isla. En la meta nos confesamos mutuamente que las sensaciones han sido totalmente diferentes al resto del día y a su vez totalmente iguales al resto del año. Queda un tramo, el más largo. Desde Tunte a Maspalomas casi todo bajando. Volvemos a hacer el cambio de ruedas estilo mundial. El objetivo se ha alejado un poco, pero todavía podemos. En los rasantes donde se ponen las asistencias en la subida de Fataga vamos volando. Cuando me acuerdo de pensar y levanto la cabeza estamos ya inmersos en los toboganes de cemento que salpican la zona rápida que conduce a Arteara y seguimos a un ritmo bestial. Al pasar de nuevo por el Camel Safari me agobio un poco con el miedo de volver a fallar, así que no vocalizo del todo bien pero sigo en el sitio. Del Mundo Aborigen hacia abajo decidimos, sin decirnos nada, que la locura debe terminar y el ritmo baja ligeramente para asegurar lo que tenemos, que al final es lo que conseguimos. Quintos de la clasificación general (a sólo 4,8 del pódium), primeros de categoría 3, primeros del Promoción, primeros del Volante Falp y primeros y por tanto campeones virtuales (a falta de sólo salir en Teror) del Clio Trophy Canarias. 

Tres Danis, 2 empataron y 1 casi los trinca

Fin del rallye, entrega de premios tardía y oscura y para casa con tres trofeos más para la colección, para la vitrina de los logros, para la estantería de los recuerdos.

Faros y rombo

Ha sido una carrera dura, con mucho calor, poca preparación, muchas dudas, pocas fuerzas, mucho tiempo de enlaces, poco tiempo de asistencias, muchas cruzadas y poco ritmo. Con eso y con todo, yo no he estado fino (digo en mis funciones, de cuerpo ya sé que no) aunque tampoco fue un desastre. Digamos que ha sido un rallye raro, pero de todo se aprende, como aprendida tengo la lección de que el Maspalomas siempre me tiene guardado algo.

Objetivo cumplido

Gracias por tu lectura, espero que haya sido un rato entretenido.

Que no falte nunca la gratitud hacia nuestra asistencia y por supuesto en mi caso a mi mujer y mis hij@s, porque gracias a que están, yo también estoy.


Te cito para la próxima entrada, que espero sea dentro de unos pocos días. En ella contaremos lo vivido en el rallye de Teror, y ya cuando se acerque nochevieja haremos otra novelilla de estas a modo de resumen anual. No la hago antes por si acaso tengamos que ponernos el casco otro rato.

Siempre hacia una meta!!!!