jueves, 17 de noviembre de 2022

RALLYE DE TEROR 2022: QUANDO ARRIVO A CASA...

Seguimos!!!

Casi sin tiempo de que se enfríe el teclado nos vemos en la tesitura de contar la novela de lo acontecido en el 41º rally Villa de Teror.

Habiendo preparado el desarrollo del rallye en colaboración con la Escudería Aterura, y con todo controlado para mi propia labor de copiloto, con el cambio de fecha la cosa quedó un poco como en suspenso, pero la media depresión que me dio en Maspalomas se me tenía que quitar rápido y nada mejor para eso que disputando otra carrera sobre la marcha, además mi rallye, el de mi casa, así que el cambio de fecha, en el plano egoísta me benefició, porque acabar el año con la sensación final del Maspalomas hubiera sido una putada.

En esta prueba, como ya saben y repito, la de mi casa, siempre me toca hacer un poco de todo según las necesidades de la organización, y además frecuentemente uniendo a eso tener que correr, pero no me importa. Lo hago con pasión y ganas porque es lo menos que puedo hacer por mi deporte en mi casa.

Junto con esas labores organizativas y las mías propias de navegante, ahora tenía también en la cabeza que la unión que formé entre Julián y Aday fuera de buena manera. Vamos, que entre tales y cuales, tenía el cerebro bastante ocupado, para bien. 

FALCÓN-ORTIZ y el speaker

Que el desarrollo de la jornada previa sea en la plaza en la que pasé mi infancia, adolescencia, juventud y todavía algunos ratos ya de puretilla, es un plus que me llena hasta el alma, así que me encanta vivir ese día y lo disfruto mucho. Además, con el mencionado cambio de fecha, el speaker que suele hacer la labor habitualmente no podía venir y aunque se intentó contratar al gran Ángel Arencibia (que prefirió ir a ver caerse a los pilotos de Moto GP antes que estar en el Teror), la misión de ponerle voz a la ceremonia de salida me fue encomendada y, aunque hacía ya unos años que no cogía un micro en las manos, intenté ponerle todo el ímpetu, naturalidad y dinamismo que pude. Además paso la rampa con mi piloto en el coche y la gente que me veía haciendo dos cosas a la vez se quedaba asombrada. Cosas del directo.

Día de la carrera. Sólo con entregar mi carnet de ruta en el primer control horario del rallye seremos campeones de pleno derecho del Clio Trophy Canarias 2022. Aun así, queremos lucha. Por la mañana muy temprano decido salir de mi casa caminando para despejarme. Otro lujo de tener el rallye en el pasillo. 

Desayuno queque de Mina (la familia Quesada siempre presente) y llega la hora de salir. Pico en el CH y objetivo cumplido. El de la temporada, el del rallye aún está por ver. En la salida del TC1 Armide y Judith están parados con el Starion averiado y no van a poder tomar la partida. El otro día en Maspalomas tampoco salieron porque el copiloto en esa ocasión, el amigo Juan “Del Barrio” se puso malo la noche antes y le fue imposible recuperarse para correr en el sur, ni para ahora tampoco.

Juan casi no escapa

Por ese motivo, mi pilotillo sale algo desconcentrado, pero de todas maneras la primera vuelta por los tramos sale bastante bien, aunque en el denominado Aguas de Teror perdemos algo de tiempo con rivales de coches más potentes, cosa lógica. En la segunda sección refrescamos las ruedas (las del compuesto 21 no nos convencen) y salimos con ganas. El atasco dentro del casco urbano hace que los nervios que no había tenido salgan a la superficie y me recuerden que hay que seguir en tensión. Pasando por Valleseco sigo viendo caras conocidas para sentirme en casa todavía un poco más.

Salimos del lavadero con la clara intención de rebajar bastante nuestro tiempo de por la mañana y la verdad que creo que llevábamos camino de eso, pero en una curva de derecha donde no se debe cortar, el asfalto se desmoronó en el borde con el peso del coche y la rueda cayó en una especie de socavón.  “¿Habremos pinchado?” “Creo que no” “Se oye como una vibración” “Voy a seguir a ver lo que pasa”

Pasó que la vibración cada vez se oía más y aunque Ale tiró todo lo fuerte que pudo, la llanta estaba empenada y la rueda iba perdiendo presión de aire poco a poco. En la meta estaba a 0,8 bares.

La cambiamos y seguimos, pero nos embajonamos levemente porque perdemos comba con los rivales a los que nos queríamos medir. Estoy seguro de que sin en el llantazo, nuestro tiempo en Artenara hubiera sido alrededor de 5 segundos mejor de lo que fue, y eso hubiera supuesto otro planteamiento para el resto del rallye, pero bueno, hay que seguir.

En el segundo tramo de cada bucle arrancamos del atajo que va a Madrelagua, pasamos por Taimatic, por El Ojero, Arbejales, Los Corrales y acabamos delante del bar de Boro. Eso sumado a lo de la especial que sale de Lanzarote y que nuestra asistencia está en el parking de las oficinas municipales, que hace unos cuantos años era el IB Teror donde yo “estudié”, me sigue haciendo tener claro que jamás estaré tan a gusto en un rallye que no sea éste, el de mi sitio.

Los tiempos de asistencia son tan grandes que me permiten ir a casa de mi madre a visitar al señor Roca, oooootro lujo de estar en el pueblo de uno. 

Queda una vuelta, ahora un poco más corta que las anteriores. Tenemos todos los objetivos bastante amarrados pero queremos ver si somos capaces de acabar novenos de la general, que no supone mucho, pero Martín es muy competitivo y siempre quiere pelea.

En la meta de Artenara tenemos la sensación de que hemos hecho el scracht absoluto, el ritmo ha sido bestial y lo he pasado pipa con Pipo. El registro marcado no es para tanto, pero que nos quiten lo bailado.

Queda un tramo. En la parada previa se nos une el resto de compañeros de la monomarca del rombo y respiramos buen ambiente. La verdad que es bonito. Hasta grabamos un vídeo conjunto que le pasamos al organizador con un claro mensaje: “suban los premioooooos”. 

Buen rollo siempre

Todavía muertos de risa nos tiramos desde San Isidro a Los Llanos como posesos. En la frenada después del cruce de Llano Roque para la izquierda cerrada de la casa de “las leonas” se me encoge la barriga. En los zigzag de La Grama pasamos a fondo haciéndome vivir una sensación inigualable. En el control stop nos rocían de champán y nos felicitamos con el resto de equipos de la copa. 

Francis me esperó en la meta. Detallazo (foto: Sheila Martín)

Llegamos de nuevo al marco incomparable de la plaza de Nuestra Señora del Pino y acabamos el rallye y, en principio, la temporada.

Hemos ganado todo lo ganable. Primeros de la Clio, primeros de la categoría 3, primeros del Promoción y primeros del Volante FALP. Además, décimos de la general. No está mal.

Sin quitarme el mono, que por cierto, tengo que disimular en las ceremonias con una camiseta por ser diferente al del resto de compañeros, me dispongo a conducir con mi voz ahora la entrega de trofeos, de los muchos que se reparten. Cuando nos toca el turno a nosotros, subo al pódium con esa pinta de prestado que llevo luciendo toda la temporada. Yo no soy mucho de querer parecer un petimetre, pero tampoco me gusta lo contrario. En fin, es lo que hay. Nos entregan otros tres galardones para mi salón de la fama y ya estoy haciendo hueco para el que nos den cuando se entreguen los premios anuales de la marca francesa amarilla y negra.  

Me siguen gustando, me siguen cabiendo

Suelto el micro radiando el pódium absoluto al que se suben varios amigos. Me supone un orgullo enorme que Aday consiga estar ahí en el rallye también de su casa. A pesar de ser una prueba de fuego para él, lo solventó con una elevada nota y es para estar contento. Cuando le recomendé a Julián que lo llevara sabía que no me equivocaba. Puse todo lo que estaba en mi mano para que la historia saliera bien y así fue, pero por mérito de ellos dos.

Bueno, se me acaban las palabras y es hora de terminar. Ha sido un gran rallye. He cumplido con mi trabajo de forma satisfactoria. En todos los frentes para los que me han requerido he intentado cumplir de la mejor manera y bien está lo que está bien. Además, me lo he pasado que te cagas en todo momento, y eso ya es un montón. Sólo me faltó ganar un dinerillo como hacen los speakers y hasta algunos copilotos, pero cobrar por hacer lo que a uno le gusta en el rallye de su pueblo, de sus calles, de sus carreteras y de su gente, supongo que no era necesario. Quizás en otra ocasión.

Nada más. No les digo que la temporada termina aquí porque realmente no se sabe. Pudiera ser que tuviéramos que ponernos el casco casi en Navidad para refrendar algunas clasificaciones y que Ale tenga opción de subir escalones el próximo año, pero ya veremos. Si tenemos que ir a Lanzarote pues iremos y si no vamos, será momento de tocarnos las bolas… del árbol. 

Entre Ale y él me lo han hecho pasar de escándalo

Gracias de nuevo por leerme y por animarme a seguir escribiendo. Rondando las uvas haremos otra entrada como resumen del año en la que espero no dejarme a nadie atrás.

Gracias Ale Martín y equipo por insultarme como uno más.

Gracias familia, gracias amig@s, gracias Valleseco, gracias Teror.

Siempre hacia una meta!!!!