Seguimos!!!
Casi sin tiempo de
que se enfríe el teclado nos vemos en la tesitura de contar la novela de lo
acontecido en el 41º rally Villa de Teror.
Habiendo preparado el desarrollo del rallye en colaboración con la Escudería Aterura, y con
todo controlado para mi propia labor de copiloto, con el cambio de fecha la
cosa quedó un poco como en suspenso, pero la media depresión que me dio en
Maspalomas se me tenía que quitar rápido y nada mejor para eso que disputando
otra carrera sobre la marcha, además mi rallye, el de mi casa, así que el
cambio de fecha, en el plano egoísta me benefició, porque acabar el año con la
sensación final del Maspalomas hubiera sido una putada.
En esta prueba,
como ya saben y repito, la de mi casa, siempre me toca hacer un poco de todo
según las necesidades de la organización, y además frecuentemente uniendo a eso
tener que correr, pero no me importa. Lo hago con pasión y ganas porque es lo
menos que puedo hacer por mi deporte en mi casa.
Junto con esas
labores organizativas y las mías propias de navegante, ahora tenía también en
la cabeza que la unión que formé entre Julián y Aday fuera de buena manera.
Vamos, que entre tales y cuales, tenía el cerebro bastante ocupado, para bien.
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FALCÓN-ORTIZ y el speaker |
Que el desarrollo
de la jornada previa sea en la plaza en la que pasé mi infancia, adolescencia,
juventud y todavía algunos ratos ya de puretilla, es un plus que me llena hasta
el alma, así que me encanta vivir ese día y lo disfruto mucho. Además, con el
mencionado cambio de fecha, el speaker que suele hacer la labor habitualmente
no podía venir y aunque se intentó contratar al gran Ángel Arencibia (que
prefirió ir a ver caerse a los pilotos de Moto GP antes que estar en el Teror),
la misión de ponerle voz a la ceremonia de salida me fue encomendada y, aunque
hacía ya unos años que no cogía un micro en las manos, intenté ponerle todo el
ímpetu, naturalidad y dinamismo que pude. Además paso la rampa con mi piloto en
el coche y la gente que me veía haciendo dos cosas a la vez se quedaba
asombrada. Cosas del directo.
Día de la carrera.
Sólo con entregar mi carnet de ruta en el primer control horario del rallye
seremos campeones de pleno derecho del Clio Trophy Canarias 2022. Aun así,
queremos lucha. Por la mañana muy temprano decido salir de mi casa caminando
para despejarme. Otro lujo de tener el rallye en el pasillo.
Desayuno queque de
Mina (la familia Quesada siempre presente) y llega la hora de salir. Pico en el CH y objetivo cumplido. El de la
temporada, el del rallye aún está por ver. En la salida del TC1 Armide y Judith
están parados con el Starion averiado y no van a poder tomar la partida. El
otro día en Maspalomas tampoco salieron porque el copiloto en esa ocasión, el
amigo Juan “Del Barrio” se puso malo la noche antes y le fue imposible
recuperarse para correr en el sur, ni para ahora tampoco.
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Juan casi no escapa |
Por ese motivo, mi
pilotillo sale algo desconcentrado, pero de todas maneras la primera vuelta por
los tramos sale bastante bien, aunque en el denominado Aguas de Teror perdemos
algo de tiempo con rivales de coches más potentes, cosa lógica. En la segunda
sección refrescamos las ruedas (las del compuesto 21 no nos convencen) y
salimos con ganas. El atasco dentro del casco urbano hace que los nervios que
no había tenido salgan a la superficie y me recuerden que hay que seguir en
tensión. Pasando por Valleseco sigo viendo caras conocidas para sentirme en
casa todavía un poco más.
Salimos del
lavadero con la clara intención de rebajar bastante nuestro tiempo de por la
mañana y la verdad que creo que llevábamos camino de eso, pero en una curva de
derecha donde no se debe cortar, el asfalto se desmoronó en el borde con el
peso del coche y la rueda cayó en una especie de socavón. “¿Habremos
pinchado?” “Creo que no” “Se oye como una vibración” “Voy a seguir a ver lo que
pasa”
Pasó que la
vibración cada vez se oía más y aunque Ale tiró todo lo fuerte que pudo, la
llanta estaba empenada y la rueda iba perdiendo presión de aire poco a poco. En
la meta estaba a 0,8 bares.
La cambiamos y
seguimos, pero nos embajonamos levemente porque perdemos comba con los rivales
a los que nos queríamos medir. Estoy seguro de que sin en el llantazo, nuestro
tiempo en Artenara hubiera sido alrededor de 5 segundos mejor de lo que fue, y
eso hubiera supuesto otro planteamiento para el resto del rallye, pero bueno,
hay que seguir.
En el segundo tramo
de cada bucle arrancamos del atajo que va a Madrelagua, pasamos por Taimatic, por El Ojero, Arbejales, Los
Corrales y acabamos delante del bar de Boro. Eso sumado a lo de la especial que sale
de Lanzarote y que nuestra asistencia está en el parking de las oficinas
municipales, que hace unos cuantos años era el IB Teror donde yo “estudié”, me
sigue haciendo tener claro que jamás estaré tan a gusto en un rallye que no sea
éste, el de mi sitio.
Los tiempos de
asistencia son tan grandes que me permiten ir a casa de mi madre a visitar al
señor Roca, oooootro lujo de estar en el pueblo de uno.
Queda una vuelta,
ahora un poco más corta que las anteriores. Tenemos todos los objetivos
bastante amarrados pero queremos ver si somos capaces de acabar novenos de la
general, que no supone mucho, pero Martín es muy competitivo y siempre quiere
pelea.
En la meta de
Artenara tenemos la sensación de que hemos hecho el scracht absoluto, el ritmo
ha sido bestial y lo he pasado pipa con Pipo. El registro marcado no es para tanto,
pero que nos quiten lo bailado.
Queda un tramo. En
la parada previa se nos une el resto de compañeros de la monomarca del rombo y
respiramos buen ambiente. La verdad que es bonito. Hasta grabamos un vídeo
conjunto que le pasamos al organizador con un claro mensaje: “suban los
premioooooos”.
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Buen rollo siempre |
Todavía muertos de
risa nos tiramos desde San Isidro a Los Llanos como posesos. En la frenada
después del cruce de Llano Roque para la izquierda cerrada de la casa de “las
leonas” se me encoge la barriga. En los zigzag de La Grama pasamos a fondo
haciéndome vivir una sensación inigualable. En el control stop nos rocían de
champán y nos felicitamos con el resto de equipos de la copa.
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Francis me esperó en la meta. Detallazo (foto: Sheila Martín) |
Llegamos de nuevo
al marco incomparable de la plaza de Nuestra Señora del Pino y acabamos el
rallye y, en principio, la temporada.
Hemos ganado todo
lo ganable. Primeros de la Clio, primeros de la categoría 3, primeros del
Promoción y primeros del Volante FALP. Además, décimos de la general. No está
mal.
Sin quitarme el
mono, que por cierto, tengo que disimular en las ceremonias con una camiseta
por ser diferente al del resto de compañeros, me dispongo a conducir con mi voz
ahora la entrega de trofeos, de los muchos que se reparten. Cuando nos toca el
turno a nosotros, subo al pódium con esa pinta de prestado que llevo luciendo
toda la temporada. Yo no soy mucho de querer parecer un petimetre, pero tampoco
me gusta lo contrario. En fin, es lo que hay. Nos entregan otros tres
galardones para mi salón de la fama y ya estoy haciendo hueco para el que nos den cuando
se entreguen los premios anuales de la marca francesa amarilla y negra.
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Me siguen gustando, me siguen cabiendo
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Suelto el micro
radiando el pódium absoluto al que se suben varios amigos. Me supone un orgullo
enorme que Aday consiga estar ahí en el rallye también de su casa. A pesar de
ser una prueba de fuego para él, lo solventó con una elevada nota y es para
estar contento. Cuando le recomendé a Julián que lo llevara sabía que no me
equivocaba. Puse todo lo que estaba en mi mano para que la historia saliera
bien y así fue, pero por mérito de ellos dos.
Bueno, se me acaban
las palabras y es hora de terminar. Ha sido un gran rallye. He cumplido con mi
trabajo de forma satisfactoria. En todos los frentes para los que me han
requerido he intentado cumplir de la mejor manera y bien está lo que está bien.
Además, me lo he pasado que te cagas en todo momento, y eso ya es un montón.
Sólo me faltó ganar un dinerillo como hacen los speakers y hasta algunos
copilotos, pero cobrar por hacer lo que a uno le gusta en el rallye de su
pueblo, de sus calles, de sus carreteras y de su gente, supongo que no era
necesario. Quizás en otra ocasión.
Nada más. No les
digo que la temporada termina aquí porque realmente no se sabe. Pudiera ser que
tuviéramos que ponernos el casco casi en Navidad para refrendar algunas
clasificaciones y que Ale tenga opción de subir escalones el próximo año, pero
ya veremos. Si tenemos que ir a Lanzarote pues iremos y si no vamos, será
momento de tocarnos las bolas… del árbol.
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Entre Ale y él me lo han hecho pasar de escándalo |
Gracias de nuevo
por leerme y por animarme a seguir escribiendo. Rondando las uvas haremos otra
entrada como resumen del año en la que espero no dejarme a nadie atrás.
Gracias Ale Martín
y equipo por insultarme como uno más.
Gracias familia,
gracias amig@s, gracias Valleseco, gracias Teror.
Siempre hacia una
meta!!!!